• 12/09/2019 02:00

Política y narcotráfico

El problema es tan delicado, porque la ramificación de los narcotraficantes está cooptando jueces, magistrados y policías 

Colombia sufrió los embates del narcotráfico como ningún otro país. Los narcos fueron tan poderosos que eran el otro poder. Lograron penetrar los estamentos policiales y el ejército; ocuparon escaños en el Senado; se hicieron alcaldes, en fin, estuvieron a punto de tomarse el Gobierno por completo. Pero los colombianos poco a poco fueron recuperando sus instituciones y hoy el país camina por mejor sendero. Pero los narcotraficantes, al estar siendo aniquilados en Colombia, vieron en México, Guatemala, Honduras y El Salvador un terreno abonado para sus operaciones. Hoy esa región del triángulo norte de Centroamérica y México está dramáticamente tomada por los barones de la droga y sus ramificaciones se están extendiendo hacia los otros países centroamericanos, donde Panamá es un lugar estratégico. La situación ya toca suelo istmeño y el país vive un dramático episodio, donde se registran crímenes que antes no ocurrían. El problema es tan delicado, porque la ramificación de los narcotraficantes está cooptando jueces, magistrados y policías; está financiando políticos para que se tomen las alcaldías, las juntas comunales y la Asamblea. Están trabajando con banqueros y abogados... Es un tema de cuidado que ha ido ganando terreno, porque no se hizo mucho en el pasado reciente, pues la amenaza se veía lejana. Las actuales autoridades tienen que actuar con firmeza y desarticular esta red que quiere tomarse el país. No hacerlo, es dejarnos vencer y fallar como sociedad.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus