• 21/01/2020 00:00

Esta vez sí es posible…

Marco Alemán, es sin duda la garantía para América latina y el Caribe, de que esta vez sí se será posible que el sistema internacional de protección de la propiedad intelectual que administra la OMPI este conducido por uno de nuestra región.

Existe un sistema internacional de protección de la propiedad intelectual que tiene su fundamento en el Convenio de París para la Protección de la Propiedad Industrial, del 20 de marzo de 1883, y en el Convenio de Berna para la Protección de la Obras Literarias y Artística, del 9 de septiembre de 1886, y en las Oficinas Internacionales Reunidas para la Protección de la Propiedad Intelectual (BIRPI) que ellos originaron y fue la predecesora de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), organismo internacional del sistema de Naciones Unidas.

La OMPI tiene su sede en Ginebra, Suiza, la conforman 192 países y administra 26 tratados y convenios que cubren diversos aspectos relacionados con la propiedad intelectual existentes incluso desde antes de que se creara la OMPI por la Convención de Estocolmo, en julio 14 de 1967.

La OMPI ha tenido desde su organización como tal a cuatro directores, comenzando por Georg Bodenhausen (Países Bajos) 1970 a 1973; Arpad Bogsch (Estados Unidos) 1973 a 1997; Kamil Idris (Sudán) 1997 a 2008; y el actual Francis Gürry (Australia) 2008 a 2020. Durante estos cincuenta años de organización institucional de la OMPI, sólo un latinoamericano, el chileno Marino Porzio, ha integrado el staff como director general adjunto de la organización de 1981 a 1987.

Lo anterior permite aseverar que si bien América Latina y el Caribe, han tenido una entusiasta y decisiva participación en la formación de los tratados de última generación en materia de propiedad intelectual, y formulado y coadyuvado prácticas y exitosas políticas dentro de la organización, no ha tenido la oportunidad de participar en la conducción de los destinos de ésta.

Los próximos 5 y 6 de marzo, en sesión extraordinaria del Comité de Coordinación de la OMPI, se designará al candidato para el puesto de director general, que seleccionará dentro de los diez candidatos propuestos por los respectivos gobiernos para su nombramiento por la Asamblea General y las Asambleas de las Uniones de París y de Berna, al cargo de director general de la OMPI en 2020. La lista la conforman tres asiáticos (China, Japón y Singapur), tres latinoamericanos (Argentina, Colombia y Perú), dos africanos (Ghana y Nigeria), un europeo (Estonia), un euroasiático (Kazajstán), y aun cuando en la normas estatutarias de la organización nada se dice sobre la región del mundo a la cual corresponda ese cargo, lo cierto es que la cortesía diplomática indica que, tras el mandato de un ciudadano de un país desarrollado (F. Gürry es australiano), el cargo debería corresponder a uno proveniente de un país en desarrollo, lo cual dejaría a varios de los inscritos fuera de la contienda, y considerando, por otro lado, que África —como región— tuvo ese cargo por once años en cabeza de Kamil Idris (Sudán).

El candidato colombiano es Marco Matías Alemán, actual director de la División de Derecho de Patentes de la OMPI, organización a la cual se vinculó hace más de veinte años tras servir con reconocido éxito en la Oficina de Propiedad Industrial de Colombia, tiene en su palmarés una sólida formación en propiedad intelectual y el logro de haber sido el primer director de la oficina de patentes de la OMPI en provenir de un país en desarrollo, desde donde ha logrado una positiva y exitosa comprensión del sistema de patentes incluido el uso de las flexibilidades que el sistema ofrece a los países. En materia de derecho de autor y derechos conexos, específicamente, Alemán reconoce el valor de estos derechos en la creación de valor en los mercados, bajo el entendido de un debido respeto a los derechos de autores y de artistas y del significado para ellos de la gestión colectiva, como sistema que garantiza sus derechos en un mercado digital cada vez más extendido y valorado.

Marco Alemán, es sin duda la garantía para América latina y el Caribe, de que esta vez sí se será posible que el sistema internacional de protección de la propiedad intelectual que administra la OMPI esté conducido por uno de nuestra región.

El autor es exdirector de la Dirección Nacional de Derecho de Autor de Colombia y del Centro Regional del Libro para América Latina y el Caribe (Cerlalc)
Abogado y docente universitario
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