• 06/08/2020 00:00

2020: CSS, ahora… o ahora (III)

Tercer paso: Es importante hacer un poco de historia y recordar los planteamientos y cálculos vertidos a raíz de la implementación de la Ley 51.

Tercer paso: Es importante hacer un poco de historia y recordar los planteamientos y cálculos vertidos a raíz de la implementación de la Ley 51. Es fundamental indicar que todos los cálculos realizados, en especial las corridas realizadas, no aportaron los mejores escenarios para la realidad vivida. En ese momento probablemente no se tomaron en cuenta aspectos tan importantes como: el sólido y sostenido crecimiento de la economía panameña, los bajos niveles de desempleo durante los últimos 15 años y el crecimiento de los salarios. Esto trajo consigo que la vigencia de la Ley 51 fuera más allá de lo esperado.

Ante todo lo planteado, es importante comprender de una vez por todas que las medidas paramétricas como acciones decisivas no son lo mejor, y encima tienen un poder de crear traumas extremos a la población.

Diversos escenarios de ajuste al SEBD

Escenario No. 1. Aumento de edad a 60 años las mujeres y 65 años los hombres. Año del déficit, 2022.

Escenario No. 2. Aumento de edad a 60 años las mujeres y 65 años los hombres, más aumento a 300 cuotas requeridas. Año del déficit, 2022.

Escenario No. 3. Aumento de contribución al 15 %. Año del déficit, 2018.

Escenario No. 4. Aumento de edad a 60 años las mujeres y 65 años los hombres, más aumento a 300 cuotas requeridas, más aumento de la tasa de contribución a 15 %. Año del déficit, 2025.

Escenario No. 5. Aumento de edad a 59 años las mujeres y 64 años los hombres. Año del déficit, 2020.

Escenario No. 6. Aumento de edad a 62 años las mujeres y 62 años los hombres. Año del déficit, 2019.

Escenario No. 7. Aumento de 300 cuotas requeridas. Año del déficit, 2017.

Escenario No. 8. Aumento de edad a 59 años las mujeres y 64 años los hombres, más aumento de cuotas requeridas a 300. Año del déficit, 2022.

Escenario No. 9. Aumento de edad a 62 años las mujeres y 62 años los hombres, más aumento a 300 cuotas requeridas. Año del déficit, 2025.

EscenarioNo. 10. Aumento del Fideicomiso de acuerdo con el 1 % del PIB real. Año del déficit, 2016.

Escenario No. 11. Aumento del rendimiento de las inversiones al 24 %. Año del déficit, 2025.

Escenario No. 12. Aumento de la tasa de rendimiento de 8.50 %, más aumento del Fideicomiso a B/.200 millones. Año del déficit, 2017.

Escenario No. 13. Aumento de edad a 59 años las mujeres y 64 años los hombres, más aumento de las cuotas requeridas a 300, más tasa de contribución del 15 %. (Años 2013-2032). Año del déficit, 2025.

Escenario No. 14. Aumento de la edad de las mujeres a 62 años y 62 años los hombres, más aumento a 300 cuotas, más tasa de contribución de 15 % Años (2013-2032). Año del déficit, 2025.

Escenario No. 15. Unificación de ambos subsistemas. Año del déficit, 2041.

Los escenarios anteriores muestran las diferentes corridas realizadas por el Departamento Actuarial de la CSS durante los años 2014-2016, a partir de la información generada en los Estados Financieros del año 2012 y de la base de datos de los asegurados cotizantes activos y la base de datos de los pensionados del riesgo de IVM. Cada uno de los diversos escenarios comprendidos es definido en la información anterior, de acuerdo con diferentes alternativas paramétricas evaluadas. Como se puede observar, los cambios en edades, densidad de cuotas y en la contribución no causan modificaciones significativas a la realidad actual. Por ejemplo: el escenario No. 4, en donde se pasaría a un aumento de la edad de 60 años para las mujeres y 65 años para los hombres, con un incremento en densidad de cuotas a 300 y una contribución del 15 %, solo ayudaría momentáneamente y se ganarían cuando mucho unos 4 años. ¿Qué significa esto? Que prontamente se volvería a revisar la Ley y se cambiarían nuevamente las reglas del juego. Otro trauma para la población. Igualmente, los escenarios 9, 11, 13 y 14.

Para un buen entendedor, lo planteado anteriormente es suficiente. El camino para tomar es claro y evidente. El escenario No. 15, el cual muestra el resultado de la unificación de los sistemas. Volver al sistema solidario nos llevaría hasta el año 2041 (cuidado que un poco más), lo cual oxigenaría el sistema, especialmente porque el subsistema exclusivo de beneficio definido contaría con nuevos asegurados cotizantes activos, por ende, esto requiere unir las reservas de ambos subsistemas (propuesta sugerida por el Fondo Monetario Internacional). Decisión menos traumática, que además nos brinda el tiempo necesario para evaluar nuevas alternativas en beneficio de la población asegurada.

Algunas inquietudes quedan en el tapete antes de cerrar este escrito:

¿Cuál es el estado real de las reservas del Programa de IVM, subsistema exclusivo de beneficio definido a la fecha?

¿En realidad se han tocado las reservas del programa en los años 2017, 2018 y 2019?

¿Cómo asegurar el uso de las reservas con Estados Financieros poco saludables?

¿Quién autorizó el uso de las reservas? ¿Se comunicó esto a la Junta Directiva?

¿Por qué no se manejó con prudencia la relación ingresos versus egresos en esos periodos?

¿Por qué solo se habla de las acciones paramétricas? Aun cuando se sabe que no son la solución.

Conclusiones:

1. Es necesario, de manera inmediata, mejorar los ingresos del Programa de IVM, subsistema exclusivamente de beneficio definido. Lo cual llevará a ganar algunos años. Esto es vital. El tiempo de evaluación es importante y la toma de decisiones se hace bajo menor presión.

2. Las administraciones presentes y futuras deben cuidar celosamente la relación ingresos/gastos cada año, a fin de mantener una salud financiera deseable en el tiempo. Por ejemplo, durante la vigencia 2105 y 2016 esta relación fue positiva en, por lo menos, 5 puntos porcentuales.

3. Urge la confección de Estados Financieros saludables y pulcros desde la óptica contable, financiera y actuarial, que cumplan con las normas exigidas por la Ley y que sean aprobados por la Contraloría General de la República.

4. Urge, aún más, la revisión inmediata de los programas tecnológicos involucradas, y que se realicen los cambios necesarios.

5. Es vital que de una vez por todas se diga la verdad sobre la situación financiera de la institución. Para lo cual deben resolverse los dos puntos anteriores.

6. Las medidas paramétricas no son la solución. No más traumas para la población.

7. Se requiere llevar a cabo una auditoría actuarial.

8. Es importante evaluar la posibilidad de regresar al sistema solidario.

9. Revisar los aportes del Estado y su nivel de vigencia. ¿Está cumpliendo el Estado con los compromisos adquiridos?

Recomendación:

1. Revisión integral de la Ley 51.

2. Volver al sistema solidario, eliminar los actuales aportes del Estado y solicitar, como aporte único anual, lo correspondiente al 1 % del producto interno bruto.

Lo plasmado en este documento representa un aporte a la solución de un problema histórico. Nuestro interés se basa en la intención fundamental de no seguir creando traumas a la población asegurada.

Muchos se preguntarán ¿por qué no se hizo en el momento oportuno? Bueno, todo lo aquí planteado fue comunicado y presentado, sin embargo, el momento político no permitió que la seguridad social fuera oxigenada y atendida como lo requería, hoy quizás se le puede dar la atención que esto requiera, con el involucramiento de todos los sectores del país, especialmente sus verdaderos dueños.

Por último, debemos estar claro en que entre más haga el Estado, las empresas y todos en conjunto para ayudar a mejorar la seguridad social, será bueno, ya que esto repercutirá en mejorar la salud y la aptitud de los trabajadores, obtendrán una mejor ayuda sanitaria, y por consiguiente, las empresas podrán gozar de un mayor grado de competitividad en la economía actual.

Exdirector de la CSS.
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