Así lo confirmó el viceminsitro de Finanzas, Fausto Fernández, a La Estrella de Panamá
- 21/08/2020 00:00
Identificación de los actores políticos
Cuando se presentan figuras viejas o nuevas en el escenario político, como también en la esfera privada, constituyendo oenegés, organizaciones sociales y articulaciones mal vestidas, pero bien financiadas, debemos hacer un alto para reflexionar sobre el origen de estas.
Hace cinco años, antes de empezar la carrera de Ciencia Política en la Universidad de Panamá, el profesor Raúl González, en nuestras reuniones políticas, como último punto de la agenda, lo dedicaba al análisis de coyuntura, donde intercambiábamos opiniones del ámbito nacional y las posibles repercusiones de los protagonistas; mismo que ya, desde el aula de clases, nos lo dictó, como parte del pensum académico, magistralmente el profesor José Cambra, haciendo énfasis en los elementos que conforman la herramienta política del análisis de coyuntura, entre los que se encuentra la Identificación de los Actores. Para llegar a utilizarla no se requiere ser un estudioso de la Ciencia Política, pero desde la perspectiva ciudadana, siendo acuciosos observadores del entorno sociopolítico, de tal forma, de manera empírica, resulte eficaz a la hora de emitir concepto u opinión al respecto, atributos que le sobran a nuestra ciudadanía para el reconocimiento de estos actores, detectando el origen de los mismos, sus maquinarias impulsadoras con sus ocultos y escurridizos promotores que apuestan a sus diversos delfines desde cualquier partido político, incluyendo a los recién estrenados Libre Postulados.
Sus acostumbrados métodos de proyectar desde diferentes frentes a sus ahijados políticos, siendo impuestos desde los espacios diseñados, reservados para ellos en los partidos políticos y los emergentes movimientos políticos disfrazados de independientes, pero careciendo moralmente de esta virtud política, así como también en articulaciones vistas en medios comunicativos y las llamadas oenegés, que, con el discurso correcto y plegándose a otras constituidas, las van desarticulando y algunas veces simplemente las captan con facilidad.
De esta manera pasan a conformar parte de las mesas de diálogos y foros nacionales con una proclama en defensa de la sociedad, pero ineficaz al lograr los supuestos acuerdos con los Gobiernos de turno y las instituciones. Fiel ejemplo de este planteamiento es la llamada Concertación Nacional, que ha demostrado su falta de representatividad y legitimación que, en pocos casos, aun teniéndola, no trascienden a más de tomar un café social, a que sean validados y aceptados sus propios argumentos.
Esta metodología, también impuesta por el PNUD, prevalece en todos los debates nacionales y sus comensales son los personajes descritos y bienvenidos por el sistema “Corruptocrático” y siguen pululando y participando en todas las discusiones nacionales, desnaturalizando la requerida y desprendida participación ciudadana, necesaria en una verdadera democracia y no la actual, donde funcionan, se destacan, amparados bajo el hipócrita “sistema democrático” que no es justo ni sensato; por tanto, no debemos confiar en ellos, que ya bastante daño han hecho y lo seguirán haciendo, hasta que el pueblo tenga la suficiente experticia para la identificación de estos falsos profetas y denunciarlos, incluyendo a sus gestores acorazados desde la jefatura de la criptocracia. ¡Acción!