• 21/10/2020 00:00

Una labor académica y científica reconocida

“Las tareas de investigación de Ceferino Sánchez no han tenido pausa. Trabajos propios y en asocio con colegas brindan soluciones a problemas sensibles […]”

Las crisis suelen afectar a los individuos de diferente manera. Cada uno trata de superar sus propios conflictos y problemas y ponerse a buen recaudo si el origen del malestar, puede significar un riesgo para la seguridad. ¿Pero si las condiciones impiden a un grupo de ratas seguir en la situación muy específica en que se encuentran; cómo reaccionar y buscar un mejor estado para retrotraerlas a su ambiente original?

Quizás este no sea el trance de alguien común o despreocupado, que vea la vida y las circunstancias cotidianas de manera normal. Sin embargo, era motivo de intranquilidad cuando un evento alteraba la cotidianidad en la Universidad de Panamá y se cerraban abruptamente las puertas del laboratorio. La mente de Ceferino Sánchez Jorquera, entraba en alerta por los roedores y el destino de las investigaciones.

Se le veía movilizarse hacia ese centro de estudios; llamar para saber sobre aquello que pudiera poner en peligro a los animalitos y el resultado de las pruebas iniciadas, que requerían esperar el desenvolvimiento. Sus esfuerzos, durante mucho tiempo se dedicaron al resultado de procesos, análisis, repeticiones y el seguimiento de manera estricta de experimentos para configurar el conocimiento que impulsara las teorías por plantear.

Pero las inquietudes que llenan su espíritu no están solamente en ello. A su edad, cuenta con una carrera que ha sido reconocida por la primera casa de estudios que le ha entregado el Premio Universidad, creado precisamente para honrar a quienes hayan dedicado sus mejores talentos y así, fortalecer las ciencias, la cultura, la tecnología, las artes y con su trabajo procuren rescatar los mejores valores del país.

Desde 2000 este galardón se concede en forma única a los nominados y en el caso del doctor Sánchez, es plenamente merecido; sobre todo porque ha ocupado todos los escalones que la carrera universitaria implique. Fue un estudiante distinguido; se graduó e hizo estudios superiores en Estados Unidos. Al regresar, se desempeñó como asistente, luego profesor y más tarde -hasta ahora-, investigador.

Gracias a su óptica de la gestión académica, ha sido decano, vicerrector y rector durante un período crucial. Fue el segundo rector magnífico después de Octavio Méndez Pereira, el primero en ser elegido por el Consejo General Universitario con la nueva ley que devolvió la autonomía a este claustro en 1981.

Le correspondió la etapa de crecimiento institucional y consolidación de seis facultades; Economía, Administración de Empresas y Contabilidad, Comunicación Social, Ciencias de la Educación, Enfermería y Farmacia; además, la reestructuración de Administración Pública.

Ese quehacer, independientemente de la enseñanza y la conducción de la vida en la Colina, le hizo proyectar el perfil en materia de políticas para convertirse en el primer responsable de la Secretaría Nacional de Ciencias, Tecnología e Innovación (SENACYT). Dio así, una dimensión nacional a este campo para coordinar y orientar, múltiples opciones, que históricamente habían sido abandonadas en Panamá.

Las tareas de investigación de Ceferino Sánchez no han tenido pausa. Trabajos propios y en asocio con colegas brindan soluciones a problemas sensibles que han contribuido con tratamientos de diversas patologías en la salubridad panameña. “Diuresis del agua de pipa en ratas”; “Modelos en psicofarmacología…”; “El Laboratorio Conmemorativo Gorgas y su influencia…”

Antidepresivos, efectos nocivos de las drogas; bioquímica de los estados afectivos, metabolismo y toxicología, excreción y retención; todos estos factores en el litio, han sido algunos de los motivos de sus indagaciones y aportes a revistas y publicaciones especializadas. Sus estudios también han buscado respuestas a inquietudes en plantas, especies animales y en el microcosmo bacteriano.

Es difícil imaginar un asunto que haya sido desconocido a la introspección del microscopio o sus herramientas de análisis. Esas preocupaciones han valido con creces ese premio que sintetizan una trayectoria intranquila, pero inmensamente productiva para la ciencia del istmo.

Periodista
Lo Nuevo
comments powered by Disqus