• 19/11/2020 00:00

¿Qué le espera al nuevo presidente del Perú?

La clase política ha demostrado no estar a la altura de las urgencias en el Perú. Durante la última semana, los principales partidos políticos, Acción Popular, donde milita Manuel Merino, Alianza para el Progreso, de César Acuña y Fuerza Popular, de Keiko Fujimori, entre otros, quisieron primar sus propias agendas (deudas a grupos económicos que los apoyaron en la campaña) antes que las demandas de la población.

La clase política ha demostrado no estar a la altura de las urgencias en el Perú. Durante la última semana, los principales partidos políticos, Acción Popular, donde milita Manuel Merino, Alianza para el Progreso, de César Acuña y Fuerza Popular, de Keiko Fujimori, entre otros, quisieron primar sus propias agendas (deudas a grupos económicos que los apoyaron en la campaña) antes que las demandas de la población.

Manuel Merino de Lama, presidente del Congreso en ese entonces, promovió la vacancia de Martín Vizcarra el lunes 9, en una actitud sucia y nada democrática. Lo acompañaron en ese despropósito 105 congresistas que votaron a favor y 18 nuevos ministros, liderados por el premier Ántero Flores-Aráoz. Intentaron legitimar lo que varios expertos señalaron era un golpe de Estado. Desde entonces, empezaron las protestas en todo el territorio del país.

El descontento llegó a su punto máximo el sábado 14. Se movilizó un gran número de jóvenes peruanos por las principales calles del país. No me equivoco si señalo que ha sido la protesta más grande del siglo XXI. La represión del Gobierno, a través de las fuerzas policiales, dejó, al momento que escribo este texto, un saldo de dos muertos, 112 heridos y, al menos, 11 personas desaparecidas. Lo que llevó a que varias autoridades, líderes empresariales y hasta propios congresistas cómplices de la vacancia pidieran la urgente renuncia de Merino.

Manuel Merino de Lama renunció de forma irrevocable el domingo 15, en mensaje a la nación. Los otros miembros que lo acompañaban en la Mesa Directiva del Congreso también renunciaron. Quedó en los parlamentarios decidir quiénes los reemplazarán. Se había llegado a un consenso: alguien que haya votado en contra de la vacancia y que además no tenga procesos judiciales abiertos.

Por ello, el Congreso sesionó el mismo domingo de manera extraordinaria para elegir a los nuevos miembros. Se presentó como única lista, la liderada por Rocío Silva Santisteban, congresista del Frente Amplio, partido de izquierda. No la aprobaron y pospusieron la votación de otra alternativa para el siguiente día. En consecuencia, el Perú amaneció sin presidente de la República el 16 de noviembre.

El lunes por la tarde, eligieron a Francisco Sagasti Hochhausler, político abocado a las ciencias, como nuevo presidente del Congreso. Según la Constitución, le corresponde asumir de inmediato la Presidencia del Perú, la tercera persona que ocupa el cargo en una semana. Los ministros continuarán hasta que Sagasti designe nuevos.

Ha quedado claro que el nuevo presidente debe escuchar los reclamos que se han manifestado en las calles. Pedir a los fiscales que acusen e inicien procesos judiciales contra los conspiradores. Y atender la crisis económica que se ha acentuado durante la pandemia; a la fecha, el desempleo sigue creciendo y el alza del dólar llegó a su máximo en 18 años, por señalar algunos ejemplos.

Sobre todo, el nuevo presidente debe brindar las garantías necesarias para que se desarrollen unas elecciones limpias en abril del 2021. En donde, esta vez, los peruanos tenemos que escoger una opción que busque el verdadero progreso del país.

Escritor peruano; en Twitter: (@checherule).
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