• 09/01/2021 00:00

Radicalización de la lucha por la soberanía e identidad nacional, como antesala al 9 de Enero de 1964

“En su informe, el Dr. Eisenhower afirmó: La situación en Panamá, “de no atenderse con la rigurosidad diplomática”, podría convertirse en una crisis de mayor envergadura. Las valoraciones del alto personero generaron posiciones encontradas”

La década del cincuenta del siglo pasado se entrelaza entre la coyuntura de la identidad nacional y las luchas por la soberanía, factor de tensiones con los Estados Unidos.

Los acontecimientos fueron examinados ligeramente por la administración estadounidense, planificando visitas a la región, con la finalidad de obtener información y luego reexaminar la política hemisférica. La misión presidencial fue encabezada por el hermano del presidente norteño, el Dr. Milton Eisenhower.

La delegación visitante de la administración de Eisenhower

Entre los acompañantes del Dr. Eisenhower a los siete países, se encontraban Roy R. Rubottom, secretario asistente de Estado para los Asuntos Interamericanos; Dempster Mclntosh, director de Administración del Fondo de Desarrollo de Préstamo; Tom Caughran, secretario asistente de la Tesorería; y Samuel C. Waugh, presidente del Banco de Exportación e Importación. A su llegada a suelo patrio Milton Eisenhower, el 12 de julio de 1958, se percata de la efervescente situación en torno a las demandas por la reafirmación de la soberanía en la Zona del Canal, ratificada a lo largo del coloquio con el presidente Ernesto de la Guardia.

Las consultas del enviado especial de los Estados Unidos en relación con el escenario panameño incluyeron a personeros estadounidenses acantonados en la Zona del Canal, encontrando punto de vista divergentes sobre las demandas panameñas. El gobernador de la Zona del Canal de Panamá, William E. Poifer, aseveró que las relaciones con la República de Panamá eran cordiales, de acuerdo con lo programado en el Tratado Remón-Eisenhower de 1955, consideraba improcedente concederle beneplácitos adicionales a los istmeños, opinión compartida por los altos mandos del Comando Sur.

Recomendaciones de Milton Eisenhower

En su informe, el Dr. Eisenhower afirmó: La situación en Panamá, “de no atenderse con la rigurosidad diplomática”, podría convertirse en una crisis de mayor envergadura.

Las valoraciones del alto personero generaron posiciones encontradas. El camino a seguir por los Estados Unidos en Panamá: la primera desarrolla la necesidad de concederle a los panameños mayor participación en la Zona del Canal, a fin de evitar en el futuro mayores confrontaciones en una América Latina que se había tornado antiestadounidense. La contraria, encabezada por los estamentos de dirección de la política exterior de los Estados Unidos, rechazaba los enunciados del enviado especial, argumentando que lo sucedido en Panamá es una crisis interna de la que el Gobierno del presidente De la Guardia intentaba sacar provecho, chantajeando a los Estados Unidos a concederles mayores beneficios a los panameños, lo que desencadenaría el inicio de una cadena de solicitudes interminables hasta lograr la salida de los Estados Unidos de suelo panameño.

La firme decisión de los panameños de eliminar la quinta frontera, la confirman acontecimientos subsiguientes a mayo de 1958 y noviembre de 1959, como el acuerdo Kennedy-Chiari de 1963, referente a la izada de la bandera de la República de Panamá junto con la de los Estados Unidos en sitios civiles en la Zona del Canal, su incumplimiento el 3 de enero, la negativa de los “zonians” de impedir elevar el emblema nacional el 9 de Enero, en las instalaciones de la escuela superior de Balboa, la agresión proferida a la juventud aguilucha constituyeron el inicio del martirologio con saldo de 21 muerto, 500 heridos. Marcando el epílogo de la etapa revisionista entre Panamá y los Estados Unidos, dando paso al proceso de erradicación del enclave colonial.

Como lo demuestran el desarrollo del Consejo de Seguridad en Panamá y el acuerdo de los ocho puntos, conocido como Tack-Kissinger, antesala de la firma de los Tratados Torrijos-Carter, que puso fecha final a la era de los “zonians” en Panamá, el 31 de diciembre de 1999, a las 12:00 m., hora panameña.

Hace 57 años de la Gesta Heroica, los nacionalistas panameños tenemos la responsabilidad de exigir a los regentes del Estado el retorno a los principios de autodeterminación, de decidir nuestra propia norma de conducta, “sin injerencias extrañas; mantener el derecho de escoger a nuestros amigos o enemigos; que nadie nos regatee el derecho a la explotación y aprovechamiento nuestros recursos naturales; a elegir nuestra forma de vida; política internacional y el derecho inherente a comunicarnos libremente con los pueblos que queramos”.

Profesor de Historia de la Universidad de Panamá.
Lo Nuevo
comments powered by Disqus