• 21/05/2021 00:00

¿Será verdad que en Panamá hay mafias?

“[…] no pongan esa cara de tristeza, tan solo porque ustedes no están gozando en esa “jauja”, pues, resulta que ni se nos acabará la patria ni a esos perros hueveros les pasará nada […]”

Está tan arraigada la mafia política en nuestro país que nada raro sería que una madrugada de estas amanezca legalizada. Y esto lo digo porque los atracos como el de la Lotería, en vez de indignarnos y animarnos a salir a las calles, como en Chile, Colombia o en la España de mayo de 2011, da la impresión de que a los ciudadanos panameños nos provoca risa, al parecernos algo cómico y gracioso.

En uno de los artículos del abogado que más golpes físicos ha recibido en la política, Willy Cochez, entiendo (puedo estar equivocado), que la práctica de cobrar los billetes devueltos que resulten ganadores, pero que no hayan sido vendidos, produce un tipo de repartición de plata (entre los pillos y malandros de mando, pues tienen tanta suerte que ganan en todos los sorteos).

Entonces, sospecho que estamos ante una práctica solapada y vieja en la Lotería, que, supuestamente, no toman en cuenta para estos dolos ni a los bobos de los gobernadores, así como tampoco a los notarios que dicen dar fe y menos al pendejo que gira y gira la urna con una vehemencia patriótica, solo vista en los “gestos corporales” de abnegados ludópatas y chingueros que acuden religiosamente a la Plaza Víctor Julio, conscientes de que la Lotería es benéfica y hasta da oportunidad a los pobres para salvarse uno, como dicen, y no para taquear los bolsillos por cinco años a los que les toque dirigir el giro de las balotas.

Pero no pongan esa cara de tristeza, tan solo porque ustedes no están gozando en esa “jauja”, pues, resulta que ni se nos acabará la patria ni a esos perros hueveros les pasará nada, todas las picardías grandes y pequeñas que ocurren en esta sociedad me hacen sospechar que los dueños de los partidos (corporación política panameña) se reparten nuestras riquezas en diferentes ámbitos, más o menos de la siguiente manera: “Oiga, don Chicho, por el dinero que usted ha puesto para las elecciones, gane quien gane, ya está cuadrado que a Ud. le tocará el negocio de las medicinas, a usted, don Pepón, que ha puesto bastante, no se preocupe que lo cuadruplicará, pues tendrá la Aduana y redituará más rápido que en lo que se persigna un ñato. Al resto, que no me jodan, que todo está asegurado, pero tengo que reunirme con tres gamonales, que han venido de afuera y quieren tratar sobre el “overhead” en las licitaciones que vienen, las notarías, ¿ah? Sobre el contralor y cuántos viceministros y cónsules tocan”.

Economista, escritor costumbrista.
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