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- 08/08/2021 00:00
Una vida dedicada a una empresa (1)
He dedicado, prácticamente, toda mi vida a la Cervecería Nacional. Recuerdo que, cuando era muy joven, con solo 26 años, en 1953, pude asistir a una reunión de la junta directiva, a pesar de estar de último en la lista de suplentes a director; porque un gran número estuvo ausente. Esa reunión se llevó a cabo en la vieja planta de la empresa cervecera, en El Marañón, al final, donde llegaba el ferrocarril.
Apelaré a mi memoria, contrario a lo que realicé siempre, al escribir mis cinco libros, dando en ellos todos los detalles de mis actividades: Una gestión edilicia: la decapitación de un concejo; 900 días: colapso de una dictadura; Pensamientos, escritos y ensayos; Los hilos de las marionetas: interioridades de una campaña política (1993-1994); El Banco del Istmo: relato de un extraordinario éxito.
No me explico cómo no llevé ningún apunte de la larga trayectoria, cerca de 60 años, en la Cervecería Nacional; durante la cual desempeñé diferentes cargos.
Estuve como gerente general 21 años, convirtiéndome en el que mayor tiempo se desempeñó en el cargo; más que todos los distinguidos caballeros que me presidieron en el alto cargo: Rodolfo Herbruger, Ernesto De La Guardia Jr. y el Mayor Alfredo Alemán. Ernesto De la Guardia Jr., construyó la nueva planta, ubicada en la avenida Ricardo J. Alfaro. Terminada la obra, el señor De la Guardia renunció, para aspirar como candidato a la Presidencia de la República de Panamá.
He hecho uno que otro corto comentario de mi trayectoria en la CN, que comenzó en 1953, como he dicho, hasta cuando, en 2001, Julio Mario Santo Domingo, presidente del Grupo Bavaria, adquirió la Cervecería Nacional.
Esta empresa era única en Panamá, porque ninguna persona o sociedad anónima tenía más del 5 % del capital accionario y tenía más accionistas que sus 1200 empleados.
El 97 % de sus accionistas consideró que el precio ofrecido por Bavaria era muy atractivo y acordó venderla, en reunión especial llevada a cabo.
Al posesionarse de la Cervecería Nacional, Julio Mario Santo Domingo me solicitó que actuara como miembro de la nueva junta directiva; lo hice por dos o tres años, cuando renuncié.
Por considerar que hay tantas cosas interesantes en las que participó la Cervecería Nacional en los hechos relevantes que ocurrieron en el país, dedicaré varios artículos, apelaré, haciendo un gran esfuerzo a mi memoria y a mis recuerdos, para poder hacerlo.
En algunos de mis escritos aparecen cortos relatos, que se refieren a la muy larga actividad en la empresa, por lo que considero conveniente, en próximos escritos, compartir con mis lectores la participación de la CN en el desarrollo de las importantes actividades que estaban bajo mi responsabilidad.