• 02/01/2021 00:00

El golpe de Estado de Acción Comunal: 2 de enero de 1931

“En un balance general de los hechos del 2 de enero de 1931, liderados por Acción Comunal, se puede decir que el cambio de Gobierno no cumplió con los objetivos trazados por esta organización”

El colapso de la bolsa de valores de New York, el 24 de octubre de 1929, acabó con una década de prosperidad económica e inició el período de la “gran depresión” de aquellos años. La inestabilidad financiera se pudo observar dos años antes, con la gradual disminución de los precios de exportación de varios productos latinoamericanos, como el estaño, petróleo, azúcar, algodón y café. La caída de los precios de esos productos afectó la economía de la región. El modelo de exportación demostró su debilidad cuando los principales mercados de Estados Unidos y Europa cerraron sus puertas al azúcar, café, carne de res, lana, cobre, estaño, plata y petróleo provenientes de Centroamérica, el Caribe y la América del Sur.

En Panamá, la depresión de 1929 afectó a la sociedad istmeña y el Gobierno del ingeniero Florencio Harmodio Arosemena tuvo que realizar drásticas reducciones en el gasto público para hacerle frente a los problemas fiscales por los que atravesaba el país. El Gobierno también se vio afectado por las rivalidades políticas dentro de su propio partido, que culminaron con el cambio de gabinete en 1930.

Algunos de sus antiguos colaboradores se unieron y formaron la Junta Patriótica Nacional. Estos, junto a los miembros de Acción Comunal, lideraron el golpe de Estado del 2 de enero de 1931. Las razones que tuvieron esos panameños para derrocar al ingeniero Arosemena fueron acabar con la corrupción administrativa y evitar el retorno del “chiarismo” mediante un golpe de Estado, vía la Constitución o por medio del fraude electoral en las elecciones de 1932.

La acción revolucionaria de 1931 fue considerada por la administración de Estados Unidos como una transferencia del poder, de acuerdo con lo establecido en la Constitución Nacional de 1904. Por eso, ese Gobierno no intervino y solo se concretó a mediar en el traspaso del poder por medio de su embajador Roy Tasco Davis. Por lo tanto, se puede decir que no hubo un golpe de Estado propiamente dicho, porque los cambios de funcionarios que se dieron se hicieron a través de una mesa de negociación y según lo establecido en la Constitución de 1904, contando con el visto bueno de Washington.

El golpe de Estado de 1931 dio la oportunidad de llegar al poder a la clase media panameña, a la “Generación del 31”, como decía Conte Porras. Una vez en el poder, se esperaba que ellos impulsaran un Gobierno capaz de resolver los problemas nacionales, pero se dividieron en diversos grupos, lo que imposibilitó lograr los objetivos que habían prometido.

El Dr. Thomas L. Pearcy, al referirse a esto hechos, opina que los Gobiernos de la “Generación del 31” comenzaron a organizar a los grupos armados en el país, como elementos encargados de salvaguardar el orden y con el tiempo, se convirtieron en los árbitros de la política panameña, sobre todo, cuando Estados Unidos se rehusó a seguir interviniendo en los asuntos internos de Panamá, en el marco de la política de buena vecindad.

En un balance general de los hechos del 2 de enero de 1931, liderados por Acción Comunal, se puede decir que el cambio de Gobierno no cumplió con los objetivos trazados por esta organización. Sí es cierto que pudo impedir la vuelta del chiarismo al poder mediante las elecciones de 1932, pero, una vez llegado al poder, Acción Comunal se dividió. En esas circunstancias, el poder económico y Estados Unidos terminaron imponiendo las reglas del juego y a sus candidatos. Si bien el Dr. Harmodio Arias Madrid, que era un profesional de clase media, ocupó la Presidencia de la República provisionalmente, hasta la llega de Ricardo Joaquín Alfaro procedente de Estados Unidos, Acción Comunal perdió el control de la nueva situación política que se creó en Panamá, luego del 2 de enero de 1931.

Finalmente, se puede decir que, en el Gobierno de Alfaro, muy pocos miembros de Acción Comunal ocuparon puestos públicos de importancia. Los postulados nacionalistas poco a poco se fueron diluyendo, el pueblo siguió decepcionado y la “Generación del 31”, que había derrocado al Gobierno de Arosemena, que puso en la Presidencia de la República a hombres como Harmodio Arias, terminó entregando el poder a otro Gobierno de los grupos dominantes. Hubo que esperar la llegada al poder de Arnulfo Arias Madrid, en 1941, para rescatar esos postulados nacionalistas, que lo convirtieron en un líder nacional, apoyado por grandes sectores populares.

Docente universitario.
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