• 27/03/2022 00:00

El Gobierno civilista de hoy y los militares golpistas de 1968 tienen gran similitud: el PRD

“Panamá no requiere para su beneficio ni la anarquía que hoy tenemos ni el militarismo opresor [...]”

El mandatario actual ha seguido la tradición de no ocuparse del Gobierno anterior y mucho menos perseguirlos (con exclusión de la pasada administración que se apartó totalmente de la costumbre).

El país vive en un completo sectarismo y gran corrupción del Gobierno, con muy poca transparencia, nadie, desde el presidente, los ministros y directores de entidades autónomas dan explicaciones de sus actuaciones. Nadie sabe nada de nada.

La ciudadanía tiene, aparentemente, la impresión de que quien manda realmente en el Estado panameño es el vicepresidente y ministro de la Presidencia, José Gabriel Carrizo. La voz del mandatario Cortizo se escucha muy rara vez. La que se oye, con mucha frecuencia, es la del señor Carrizo.

Es bueno que la ciudadanía conozca estos dos tipos distintos de Gobierno que hemos tenido en los últimos años.

Panamá no requiere para su beneficio ni la anarquía que hoy tenemos ni el militarismo opresor que le quita las libertades al ciudadano, que una vez tuvimos.

En la época de los militares, que gobernaron el país por 21 años, sin partidos políticos, ellos crearon, como parte del plan de Gobierno revolucionario, la “Asamblea Nacional de Representantes de Corregimientos” que formulaba y aprobaba las leyes.

Los militares, a pesar de que dirigían el país con “mano fuerte”, tenían posiciones menos secretas que el Gobierno “civilista” actual.

Los militares, con alto rango, explicaban, con frecuencia, la marcha de los asuntos que a ellos les fueron encomendados. El pueblo conocía, bastante, cómo iba marchando la situación del Estado.

Cuando el general Torrijos eliminó los tratados “tres en uno” e inició las negociaciones del nuevo convenio del Canal con los EE. UU., por presión de los norteamericanos o por convencimiento propio de Torrijos, en el país se fueron reestableciendo, poco a poco, las libertades. Torrijos fue dándole al país la democracia que él mismo había eliminado. El Dr. Kissinger y el Dr. Tack fueron gran influencia en ese giro de la política.

La ciudadanía creía que Torrijos iba encausando el país hacia una democracia. En una ocasión dijo: “Yo no quiero entrar en la historia, sino en la Zona del Canal”. En otra ocasión manifestó que la neutralidad le daba a los norteamericanos algunas ventajas (lo rechazó tajantemente el presidente Carter), pero agregó Torrijos “que las próximas generaciones tenemos que luchar para no seguir bajo “el paraguas del Pentágono”.

Ni un Gobierno como el que tenemos hoy ni con el militarismo opresor, que los panameños no desean. Estos dos Gobiernos tienen en común: el PRD.

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