• 30/06/2022 00:00

Multilateralismo y la diplomacia de cumbres

La denominada Diplomacia de Cumbres como espacios de diálogos, concertaciones, consensos, negociaciones, acuerdos y compromisos al más alto nivel, llegando a sustentar el multilateralismo que después de dos grandes confrontaciones y un bipolarismo de muchas amenazas de vuelta a potenciales conflictos ha mantenido al mundo en un largo periodo de ausencia de guerras como las que se escenificaron en el siglo pasado.

La denominada Diplomacia de Cumbres como espacios de diálogos, concertaciones, consensos, negociaciones, acuerdos y compromisos al más alto nivel, llegando a sustentar el multilateralismo que después de dos grandes confrontaciones y un bipolarismo de muchas amenazas de vuelta a potenciales conflictos ha mantenido al mundo en un largo periodo de ausencia de guerras como las que se escenificaron en el siglo pasado.

Con el triunfo del Capitalismo, el orden económico mundial que subsiguió propiciando un sin número de integraciones en la búsqueda del alcance de aquellos límites fijados por las instituciones financieras para el acceso a mejores condiciones de desarrollo.

Es así como las organizaciones internacionales y estructuras interestatales regionales ponen de plano intereses comunes en los ámbitos políticos, comerciales y de cooperación, desde actores con grandes similitudes y otros espacios en los que amerita una comprensiva aceptación de las complementariedades entre unos y otros.

No hay lugar a dudas que uno de los esquemas de integración que ha llegado al alcance de mejores condiciones para su puesta en marcha en el tiempo lo es la Unión Europea, que, aun cuando ha representado avances para el antiguo continente, ha experimentado situaciones difíciles como el Brexit y los desacatos a lo interno frente a las medidas asumidas por el cuerpo colegiado a raíz de una situación de inestabilidad de otros actores que les proporcionan efectos colaterales.

Si bien, hasta la propia Organización de las Naciones Unidas y sus organismos, que ha sido exitosa en sus esfuerzos por el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, actualmente es cuestionada por su inacción frente a las acciones unilaterales de algunas potencias al margen de la Carta (de la ONU) y litigios sin resolver que no cuentan con un mínimo de sustento legal en varios puntos del orbe.

En el caso de nuestra América, contamos con una Organización de los Estados Americanos con grandes cuestionamientos debido a los escasos progresos de situaciones que aún con el aval de las mayorías no se logra consolidar como el ente continental motor para la solución de los mismos. Y para colmo un liderazgo que toma parte en ciertas situaciones de tensión interna de los países de la región e incluso acusado de orquestar acciones para la inestabilidad en ellos.

Es justo resaltar procesos que han logrado resultar atractivos para los altos representantes de los países como lo fue la Cumbre de Río, la cual ha dado un sitial a un tema en la agenda internacional con muchos progresos en cuanto a Conferencia de Partes de un arreglo de alcance mundial como las Cumbres Climáticas.

En palabras de uno de los grandes artífices vivos de la diplomacia panameña y aún activo en el Servicio Diplomático de nuestro país, el Embajador Javier Bonagas, "el éxito de una Cumbre consiste en la concurrencia de la mayoría de la membresía al más alto nivel en ellas".

La novena Cumbre de las Américas no escapó de los cuestionamientos, desde los normales como las dificultades que se presentan para el cumplimiento de los mandatos que derivan de estas y con el agravante que el anfitrión decidió segmentar las invitaciones a este importante evento hemisférico de una región que clama por una propuesta colegiada como salida a la crisis de salud mundial que impactó las economías de los países del continente.

La mala decisión de no invitar a regímenes que no cuentan con el reconocimiento del anfitrión ha permeado en la razón de otros mandatarios para no acudir a la cumbre y se perdió la oportunidad de un verdadero debate sobre democracia, legitimidad y lucha contra los flagelos de corrupción, crimen organizado y el movimiento irregular de migrantes. Una Cumbre que pudo mandar un mensaje contundente de desacuerdo a la forma en que actores de otras latitudes buscan resolver sus disputas afectando a terceros en los planos económicos y socioambientales con posibles consecuencias aterradoras para la humanidad.

Se echó por tierra aquel esfuerzo conciliador de nuestro país que al momento de ser sede de esta cumbre en años recientes se logró el memorable estrechón de manos entre los líderes de dos países con grandes diferencias políticas y suponía el inicio a la normalización de unas relaciones cuya ruptura ha mantenido uno de ellos al margen del progreso.

El multilateralismo está urgido de acciones diplomáticas con miras a revestir los distintos procesos de la eficacia que demandan los principales asuntos por resolver tanto a nivel regional como mundial, de lo contrario veremos la vuelta al caos del cual el mundo con anterioridad ha sido presa y con serias amenazas de autodestrucción.

Miembro del Servicio Diplomático de Carrera de Panamá
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