• 03/07/2022 00:00

Por la libre competencia en el mercado de medicamentos

Todos en Panamá sabemos que nuestro sistema público de salud no ha sido capaz de garantizar a todos los ciudadanos, independientemente de su condición social o laboral, el acceso efectivo, gratuito y continuo a los medicamentos necesarios para recuperar la salud.

Todos en Panamá sabemos que nuestro sistema público de salud no ha sido capaz de garantizar a todos los ciudadanos, independientemente de su condición social o laboral, el acceso efectivo, gratuito y continuo a los medicamentos necesarios para recuperar la salud.

También sabemos, pues llevamos un rato largo padeciendo el problema, cuáles son las causas de esta falencia, destacando entre ellas el desabastecimiento de medicamentos en nuestra instituciones públicas, y subrayo lo de públicas, pues en las farmacias privadas no existe tal carestía, todo lo contrario; abundan las medicinas, ya sean genéricas o de marca, coincidiendo en todas las farmacias los elevados precios que tienen que pagar los clientes para adquirir los remedios que necesitan para recuperar la salud.

Siguiendo este hilo conductor, también sabemos o sospechamos cuáles son las causas que impactan al abastecimiento de medicamentos y facilitan los altos costos que tenemos que pagar. En mi opinión, el principal causante de semejante problema no es otro que el oligopolio que existe en el mercado de medicamentos, el cual permite que los pocos oferentes se pongan de acuerdo para influir en el precio y cantidad de los medicamentos.

Como si eso fuera poco, súmele usted los procesos ineficientes, repetidos y burocráticos, plataformas tecnológicas inadecuadas, deficiencia en el proceso de abastecimiento, almacenamiento y distribución de los medicamentos desde el nivel central hasta los niveles locales tanto de la CSS como del MINSA.

Dicho lo anterior, y asumiendo que la CSS y el MINSA ya están implementando estrategias para cumplir con su parte con eficiencia; le dedico el resto de esta glosa a analizar algunas opciones que tenemos para romper esa estructura de mercado dominada por un grupo reducido de proveedores que son importadores, distribuidores y comercializadores de medicamentos, insumos médico-quirúrgicos y tecnología sanitarias, lo cual, por cierto, también puede afectar la calidad de estos productos.

Antes que todo, es obligatorio subrayar que, aquí todo está escrito y, por ende, todos sabemos qué es lo que hay que hacer, como se puede verificar en los documentos y acuerdos surgidos de varias Mesas de Diálogo, desde la Concertación Nacional hasta el Pacto del Bicentenario; los cuales por cierto, también han sido compartidos y debatidos en el seno de la actual Mesa de Medicamentos. Me referiré a continuación los que considero fundamentales para fomentar la libre competencia que permita mejores precios en el mercado de medicamentos.

En primer lugar, necesitamos contar con in formación actualizada y válida sobre el gasto nacional en productos sanitarios, las compras de productos sanitarios y su cadena de suministro y distribución, la farmacovigilancia y la vigilancia poscomercialización, la cobertura de los seguros de salud, los precios de los productos sanitarios prescritos, la disponibilidad de medicamentos, vacunas y otros productos sanitarios en los establecimientos sanitarios, y, otros factores determinantes de la fijación de precios a lo largo de la cadena de valor que va del laboratorio al paciente.

No menos importante es que el gobierno impulse la aprobación del marco legal que nos permita planteársele con argumentos sólidos a la industria farmacéutica nacional y aprovechar los mecanismos para superar el desabastecimiento de medicinas, garantizar la transparencia del mercado de medicamentos y promover la sana competencia que conduzca a precios más bajos para la población. Esto es de particular importancia para evitar interpretaciones incorrectas de las leyes vigentes, buscando favorecer el incumplimiento de los mecanismos administrativos alternos de adquisición provistos para un abastecimiento adecuado de medicamentos.

Finalmente, es hora de que aprovechemos los mecanismos internacionales solidarios para garantizar el acceso equitativo a medicamentos de calidad y al menor precio posible. Y no se trata de perjudicar a los proveedores nacionales, se trata de regular la competencia, exigiendo precios solidarios y asequibles para los medicamentos e insumos del sector público, comprando donde más le convenga a la mayoría de los panameños. Conozcamos los dos más importantes.

En primer lugar tenemos la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, UNOPS. Posee las fortalezas reconocidas para ayudarnos a lograr que las adquisiciones de medicamentos sean más eficientes gracias a métodos transparentes y efectivos, aumentando así la competitividad y la eficacia. También contamos con el Fondo estratégico de la OPS para garantizar la transparencia del mercado de medicamentos. Un mecanismo solidario de compras conjuntas de medicamentos esenciales y suministros de salud estratégicos. Los productos adquiridos a través del Fondo cumplen con estándares internacionales de seguridad, son eficaces y de calidad. Además, sus precios son más competitivos, debido a la consolidación de la demanda de los países y las compras a través de economías de escala. En muchos casos, los precios que obtiene el Fondo representan un ahorro significativo por sobre los precios de los mercados nacionales.

Estoy seguro de que en la Mesa de Medicamentos convocada por el Ejecutivo, se está avanzado en la pronta puesta en marcha de las estrategias arriba mencionadas. Nos toca a la población participar activamente y ejercer nuestro derecho y deber de controlar socialmente, pero de forma positiva y productiva la gestión de dicha Mesa a fin de que sus acuerdos y productos llenen nuestras expectativas.

Médico, exrepresentante de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
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