• 13/09/2022 00:00

¿Qué hay pa mí?

El poder político “mal utilizado” por no decir corrupción, acaba con un país, la educación, el futuro, la salud, los avances y así una cantidad de temas, con relación al progreso de toda una nación, por acciones egocéntricas

El concepto ¿qué hay pa mi?, es un término utilizado en la jeringa política para describir a los que tienen la costumbre de pedir algo a cambio de favores solicitados o incluso, compromisos que se niegan a realizar, esperando que alguien le solicite algún servicio de la institución, pero no lo ejecutan, a menos que reciban algo a cambio, a pesar de que les corresponde cumplir.

Existen varias modalidades de “qué hay pa' mi”: 1). compras mis servicios o productos y te salvas, 2). me agilizas un proceso a cambio de otro favor, 3). te apruebo tu presupuesto a cambio de nombramientos y 4). te doy “regalitos” a cambio de tu voto, entre otros.

Son “viejas costumbres” adoptadas de una cultura del “juega vivo” de nuestra sociedad y también adquiridas del clientelismo, que los políticos aplican de forma oportunista, buscando apoyo para salir electos en puestos de elección popular en campañas proselitistas.

Se encuentra en diferentes niveles y estratos sociales, con variaciones y mezclas, pero tienen el mismo objetivo. Muchas coimas o extorsiones, están incluidos dentro de estas variantes, sobre todo en puestos de poder, que tienen influencia en las decisiones, ya sea, por equipos o proyectos en las comunidades. Se mencionan que ocurre en distintos órganos del estado y en puestos diferentes, de acuerdo al tipo de favores requeridos.

Es desafortunado que nuestro país, mantenga esta modalidad y nos acostumbremos a usarlo, sobre todo, cuando se trata de obligaciones y deberes de las instituciones, tal como, algunos confiesan en las discusiones de los presupuestos y aprobaciones de leyes, así como, también ocurren en las invasiones de tierras o en campañas políticas de puestos de elección popular, entre varios ejemplos, que solicitan “algo” a cambio de “favores”.

El famoso “clientelismo” que utilizan varios políticos con fondos del estado es grave y son delitos, pero no son investigados, tal como, se ha dado a conocer por diferentes medios y redes sociales. El poder político “mal utilizado” por no decir corrupción, acaba con un país, la educación, el futuro, la salud, los avances y así una cantidad de temas, con relación al progreso de toda una nación, por acciones egocéntricas.

Los diputados están creando leyes para sus beneficios y no han hecho leyes anticorrupción, formando un país, sin valores, con impunidad, ante delitos de alto perfil.

Ni un delito de corrupción debe expirar y menos en un sistema de justicia que no es ciega, ni imparcial, como debe ser, por no decir, ineficiente o incapaz, en los casos de alto perfil. Esas son las leyes que necesitamos para mejorar el país, no para beneficios personales, produciendo impunidad, dobles salarios y más beneficios para ellos mismos. Qué futuro nos depara a nuestros descendientes con políticos que solo piensan en ¿qué hay pa mi?.

El “clientelismo” que se practica en nuestro país, en cuestión de tiempo, nos dejará en ruina económica, producto de mala práctica del poder y una escala al revés de la ética de los ciudadanos, donde los “malos” se consideran “buenos” y reeligiéndose por décadas en el poder y convertidos en pulpos, que quieren estar en todos los lados, gracias a sus malas prácticas de ¿qué hay pa mi?, aprovechándose de las necesidades de personas humildes.

Mgtr. en Salud Pública
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