• 18/10/2022 00:00

Foro CoNEP: entre intereses de clase y visiones tecnócratas

“(La) solución, [...], se localiza predominantemente en la dimensión política, no en la técnica administrativa; esta última, que resulta característica en las visiones tecnócratas, fue la tónica en el citado foro del CoNEP”

La semana pasada, se realizó un interesante foro organizado por el CoNEP, bajo el título de “CSS, presente y futuro”. En el mismo, fueron abordados tres aristas de la problemática de la CSS; tales fueron: la Administración, el Programa IVM y las prestaciones médicas. Los enfoques se caracterizaron por partir de premisas eminentemente favorables al interés del capital privado, más neoliberales unos, menos neoliberales otros, pero al cabo, intereses del empresariado privado, que a la postre terminan otorgándole a las propuestas un carácter clasista y excluyente de perspectivas no empresariales privadas.

Por razones de espacio, nos detenemos a compartir nuestros puntos de vista al respecto de las argumentaciones y recomendaciones que se esgrimieron en materia de las prestaciones médicas de la CSS.

En lo sustancial, casi todos los expositores de este tema -todos médicos- se manifestaron en favor de la eliminación del sistema bicéfalo del sector público (servicios públicos de la CSS por un lado y del Minsa, por otro), planteando la conveniencia y necesidad de instaurar el Sistema Único de Salud. No obstante, a pesar de haberse recomendado esta propuesta -que tiene que ver más con sistema que con modelo de atención de salud-, pareció no comprenderse en toda su profundidad, por cuanto que esta relativizaba inmediatamente a las demás argumentaciones en las que quedaron encajonadas las reflexiones del foro. No se entendió que la primera opera en la dimensión política, y los temas de la mesa redonda dedicada a las prestaciones médicas quedaron reducidas a la dimensión puramente técnica de la gestión de salud, impidiendo visualizar la continuidad entre la primera y la segunda.

Evidentemente, las recomendaciones partieron de la premisa de que “el sistema de salud privado es eficiente”, a tal punto que sus gestores debían darle la fórmula a los servicios de la CSS para que fueran lo eficiente que supuestamente es aquel. Científicamente hablando, esta afirmación de la eficiencia privada sobre la de los servicios públicos fue derribada en Panamá desde los años de 1980, cuando la misma servía de argumento para justificar la externalización (trasladar al sector privado) de los servicios de la CSS. Se demostró que tal argumento, que se repetía como una verdad universal, era eminentemente ideológico.

El director de la CSS del período 1985-1987, nos encomendó a un equipo de especialistas (dos economistas, una especializada en hospitales en EUA y la otra en Italia; dos administradores de hospitales, una de estas especializada en Francia y este servidor) presentar un estudio que -sin duda para él- corroboraría la superioridad de las empresas hospitalarias privadas, pero… molestosa y sorpresivamente para él, dicho supuesto no fue confirmado y no pudo justificar su plan privatizador, lo peor, mandó a dormir en el sueño eterno, los hallazgos obtenidos.

Es decir, cuando revisamos el funcionamiento y los costos hospital por hospital de todo el país, incluidos los del Minsa, resultó que, con excepción de los de Psiquiatría, los servicios hospitalarios de la CSS eran más costo-efectivos y más costo-eficientes que los de los hospitales privados. En realidad, el modelo a seguir, irónicamente no estaba en el sector privado…, sino en el público. Sucedió que encontramos que los servicios del sector privado eran un poco menos eficientes que los de la CSS, pero estos eran significativamente menos costo-efectivos y costo-eficientes que los del Minsa, especialmente los de Pediatría del Hospital del Niño, el cual, hasta poco antes de la muerte de su histórico director -Dr. Renán Esquivel-, no solo era ejemplo de eficiencia nacional, sino para todo el continente americano.

Ciertamente, el deterioro de los servicios de la CSS ha sido provocado para justificar la externalización de los mismos hacia el sector privado. Por tanto, es la lógica que fomenta la privatización de la atención de salud y no la ausencia de la aplicación de una gestión como la del sector privado, la que explica la reducción de la eficiencia de los últimos 30 años. El otro factor explicativo estuvo ligado a la existencia, para aquellos años, de los sistemas integrados de salud (coordinación Minsa y CSS). Su solución, por tanto, se localiza predominantemente en la dimensión política, no en la técnica administrativa; esta última, que resulta característica en las visiones tecnócratas, fue la tónica en el citado foro del CoNEP.

Sociólogo y docente investigadorde la UP.
Lo Nuevo