• 30/12/2022 00:00

Balance 2022 y retos 2023

Para el pueblo humilde y trabajador, el 2022 fue un año lleno de vicisitudes, zozobras y angustias. Condiciones de vida precarias, fuertes niveles de pobreza, en donde prevalece el hambre en cientos de panameños, ante el especulativo incremento de los precios de los alimentos, medicamentos, combustible y otros bienes y servicios básicos.

Para el pueblo humilde y trabajador, el 2022 fue un año lleno de vicisitudes, zozobras y angustias. Condiciones de vida precarias, fuertes niveles de pobreza, en donde prevalece el hambre en cientos de panameños, ante el especulativo incremento de los precios de los alimentos, medicamentos, combustible y otros bienes y servicios básicos. El desempleo afecta a casi el 10% de los trabajadores y la informalidad laboral sumerge a casi 60 de cada 100 ocupados, jóvenes y mujeres de los más afectados. La enfermedad se impone ante la ausencia de una política de salud preventiva y al no tener servicios de salud adecuados; la seguridad social amenazada en el plano de pensiones y jubilaciones ante un empresariado que insiste en tratarla en un plano actuarial-financiero, como negocio y no como derecho. En vivienda, pobladores que sufren desalojos forzosos ante un gobierno que no resuelve el tema de la vivienda y que no detiene la especulación inmobiliaria. En educación, centros escolares que carecen de lo más elemental, cuya infraestructura colapso, con niveles de deserción escolar que no se atiende de manera integral. Estas, entre otras cosas, que no permiten un bienestar general de las personas, que al estar bajo estas condiciones no están gozando de los derechos humanos. Es decir, una economía que crece con una alarmante inequidad distributiva

A ello hay que sumar el alto endeudamientos, que no se explica por la atención de las necesidades sociales, sino por el nivel de corrupción imperante en los órganos de gobierno. La embajadora norteamericana que se pasea en diversas instituciones y dependencias gubernamentales del país, ante un gobierno sumiso que no le interesa hacer valer la posición de nación de nuestro país.

La situación ha sido grave para la mayoría de los panameños. ¿Qué ha sido positivo en este 2022? Primero, la realidad reveló la necesidad urgente de fortalecer nuestras organizaciones, la conciencia y la lucha del proyecto sindical clasista. En segundo lugar, el pueblo hizo sentir su fuerza y determinación de lucha, obligando al gobierno a sentarse en la mesa única de Penonomé, que permitió que se cayeran las falacias del empresariado frente a los graves temas que agobian al panameño, al expresarse y demostrarse con claridad a la faz pública las causas y los responsables del alto costo de la vida y como los gobiernos ha protegido los intereses de los empresarios; lucha que no ha terminado. En tercer lugar, el pueblo pudo evidenciar que la sociedad requiere de la solidaridad y no del individualismo que han impuesto los neoliberales. En cuarto lugar, como nunca antes hemos evidenciado que sin luchas no hay victorias, frente al atropello gubernamental y empresarial de arrebatar nuestras conquistas. Todo ello, se convierte en la fortaleza para seguir caminando en la construcción de una sociedad con justicia y equidad social para la vida digna.

Los retos para el 2023. La lucha por un nuevo modelo de política económica que ponga en el centro la vida digna. La lucha por una política de desarrollo productivo y sostenible, que camine a la soberanía alimentaria, alimentos sanos y a bajo costo, generación de empleo digno y salario justo, promoción de economía campesina y estímulo a micro y pequeños productores. Frente al tema de la CSS, defensa al derecho a la seguridad social como derecho, a pensionarnos, pensiones dignas, defensa a la autonomía de la Caja, rechazo a paramétricas y pilares. Consolidar las organizaciones del movimiento social, construir la unidad. Defensa de nuestra identidad nacional, rechazo a la sumisión del gobierno y otros sectores frente al poder hegemónico y de las multinacionales.

En el 2023 seguiremos en la lucha para que se genere trabajo digno y salario justo, que se respeten nuestras conquistas y derechos, por una vida digna. Desde CONUSI, los mejores deseos para todos los trabajadores y su familia, para las organizaciones del movimiento social, para ese pueblo humilde, para quienes han expresado la solidaridad en la lucha, para nuestros pueblos hermanos.

Secretario general de Conusi-Frenadeso
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