Orgullo nacional

“Oh Patria que te extiendes, egregia y soberana, sobre un istmo radiante de luz y de verdor ”, nos dice la poetisa Hercilia Ramos de Argote, en su poema Oda a la Patria. Pero esta patria istmeña hoy se siente amenazada por todos sus enemigos, y las respuestas de sus valientes ciudadanos rayan en lo absurdo.

Defender a la Patria no es, ni nunca será, un discurso trasnochado; aunque los burócratas criollos no entienden o traten de escurrirse dentro de la demagogia de una agenda pseudoglobalista, para al mejor estilo saltar del Gobierno a una transnacional o alguna empresa que remunere su falta de defensa a los intereses de la nación.

A lo largo de los últimos diez años, Panamá ha sido atacada frecuentemente por su modelo de tributación. Tres administraciones presidenciales, con el apoyo del sector bancario, han efectuado cuántos cambios han pedido los organismos internacionales, para salir de las listas grises. todos nos creímos el discurso de que este país es un país de lavadores de dinero, en donde todos somos corruptos.

No nos defendimos ni tampoco defendimos nuestra plataforma de servicios internacionales. Seguimos y seguiremos en las listas, porque estos organismos están en contra de la Zona Libre, de todos nuestros modelos de servicios, al igual que están en contra de nuestro régimen fiscal; cuando la misión debió ser reinventarnos y convertirnos en el centro financiero más importante e innovador de la región.

Minera Panamá, diez años sin un contrato digno para los panameños, en vez de ser esto una negociación entre un Estado fuerte y una transnacional, vemos falta de comunicación efectiva, los gremios empresariales defendiendo a la empresa y no a la nación. Los empleados asustados y el orgullo nacional pisoteado, como si Panamá tuviera que mendigar por explotar sus bienes. ¿Adónde quedó el interés superior de la nación?

Aquí atendemos a los migrantes, los tratamos como seres humanos, y cuanto burócrata con pinta de sabio nos visita, nos dice que lo hacemos mal, nos publican noticias alejadas de la verdad en periódicos internacionales como EL PAÍS y la defensa de los intereses nacionales queda en comunicados sin mucha divulgación en las redes sociales. No pudimos pautar una página entera en los medios más importantes de Europa que incluyera no solo al periódico El País, sino a todos los grandes medios europeos, donde se defendiera el nombre de Panamá.

Noticias sobre el abanderamiento de naves de Panamá, sobre la Zona Libre de Colón, tema de migrantes, listas grises y expresidentes señalados por corrupción en tres países distintos, entre otros. Todo esto nos desdibuja como sociedad y país, y no nos ayuda a atraer ni a crear inversiones.

Estamos construyendo una sociedad donde reina el pesimismo, donde no nos defendemos de los ataques a nuestra nación, independientemente del partido político que sea.

¿Cuánto gastamos en abogados, lobistas, comunicadores entre Estados Unidos y Europa, y qué medidas tomamos en defensa de nuestra nación?

Se dice que la historia de un país impacta en cómo nos comunicamos. Bueno, la historia de Panamá es de luchas y nos falta una atinada, y veraz, manera de comunicarnos, no solamente ante el mundo, sino entre nosotros mismos. Recordemos que el país es reflejo de sus habitantes y la mejor manera es que trabajemos juntos por mejorar nuestra imagen y pongamos el interés de la patria por delante.