Enfoque por competencia: propuesta didáctica

Sin duda alguna, el paradigma de las competencias crece en importancia por su aplicabilidad en diversos contextos educativos alrededor del mundo. A causa de lo antes mencionado, la misma se ha posicionado como piedra angular en la formación de los estudiantes en la educación superior. Sin embargo, en nuestro contexto su incorporación se está dando a pasos lentos.

Para mayor descripción, se puede definir el término competencia como ciertas habilidades, destrezas, aptitudes que posee la persona y que hacen que su desempeño resulte efectivo. Además, ésta involucra tres componentes fundamentales: uno de ellos es que el individuo tenga la capacidad de saber actuar en un momento determinado, lo que implica el tipo de formación y la adquisición de conocimiento que pueda asimilar en función de la responsabilidad que implica la labor a realizar.

Otro componente sustancial, es la motivación intrínseca que conlleva cada individuo refiriéndose a la confianza que debe desarrollar para afrontar de manera efectiva alguna situación planteada en determinado momento. Aunado a esto, el poder de actuar y desenvolverse, donde el individuo esté consciente de que cuenta con una cantidad considerable de medios y recursos a disposición para enfrentar de forma efectiva el compromiso adquirido.

Cabe destacar que existen alternativas para la construcción de diseños curriculares que pueden estar basados en el enfoque de competencias desde una propuesta didáctica, en la que, con claridad, se visualice una discusión acerca de su elaboración y aplicación. Es decir, la primera alternativa se puede denominar enfoque integral por competencias, que se basaría en abandonar la construcción de diseños curriculares por objetivos de desempeño, para trasladarse a una construcción por demostración de competencias, para lo cual se puede acudir a múltiples clasificaciones de competencias: competencias generales o clave, derivadas, secundarias o particulares, integrales, específicas y básicas, entre otras.

Por otra parte, la segunda alternativa se basa en un enfoque mixto en el que las competencias coexisten con otros enfoques. Ambas propuestas didácticas contienen al mismo tiempo una posición frente al aprendizaje, una sostiene un enfoque de aprendizaje que reivindica el papel de la aplicación del conocimiento, del empleo del conocimiento en la resolución de problemas, mientras que la mixta reconoce que hay momentos del aprendizaje de una disciplina por ejemplo: Matemática, Español y Ciencias, entre otras, que tienen la función de promover una formación en el sujeto, de posibilitar los procesos de comprensión y explicación de los fenómenos y que no necesariamente se debe juzgar por la empleabilidad directa del contenido aprendido. En este sentido, se puede afirmar que ambas propuestas didácticas tienen su ventaja y desventaja, por lo cual se debería valorar la conveniencia de cada una de ellas.

En definitiva, la construcción de un diseño curricular, basado en el enfoque por competencias, como propuesta didáctica, permite elaborar una visión integradora de la formación del profesional en la educación superior. Así se puede determinar, por ejemplo, la habilidad del médico para resolver problemas clínicos de diversa índole, la capacidad de un arquitecto para diseñar un edificio, la destreza de un profesor para impartir una clase, sin obviar la integración de las tecnologías de la información y comunicación, como también, las habilidades, destrezas, capacidades y aptitudes como elementos característicos de esta perspectiva.