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30 de Nov de 2023

Columnistas

Cuando la traición se impone

El “torrijismo” es ese legado de Omar y que se extiende hasta nuestros días. Hoy, sin embargo, llama la atención que cuando más lejos ha llegado el PRD, el partido que fundó el General y que resguarda el legado torrijista, su propio hijo lo traiciona

Soy político, sí, y también admirador de Omar Torrijos. Creo que el General fue un hombre adelantado a su tiempo.

Me he leído parte de los escritos del periodista español Zoilo Martínez de Vega y siempre me quedo pensando, ¿de dónde salió el General? Sin duda, fue un gran patriota panameño que hizo grande a Panamá.

El “torrijismo” es ese legado de Omar y que se extiende hasta nuestros días. Hoy, sin embargo, llama la atención que cuando más lejos ha llegado el PRD, el partido que fundó el General y que resguarda el legado torrijista, su propio hijo lo traiciona.

Pero la traición se ramifica. No es solo contra el torrijismo. Vemos en el Panameñista que uno de los suyos, Melitón Arrocha, es un fiel seguidor de Martín, porque también está traicionando a su propio partido.

Cuando analizo las andanzas de Zulay Rodríguez me llama la atención que se candidatiza por la libre postulación, pero igual que Melitón, quiere seguir enquistada en el PRD.

¿Por qué no lo hicieron en las primarias en sus propios partidos? Simple, porque no tienen la valentía y porque hacen el trabajo a oscuros intereses.

El fenómeno es digno de análisis y me da dolor. Y siento ira y repulsa, porque el PRD es el más grande partido político que ha logrado la mayor membresía en la historia del país. Y Martín, en lugar de ayudar a consolidar el gobierno perredista para que siga gobernando y, reiterar que el torrijismo siempre logra imposibles, él, Martín, saca su ambición más perversa que revela a un hombre traicionero, codicioso y falto de valentía.

¿Cómo Omar se enfrentó al poderoso Estados Unidos y logró arrebatarle el Canal y sacar el enclave colonial de nuestra Patria, pero su hijo, pusilánime y traicionero, se confabula con intereses mezquinos para intentar dividir al propio partido fundado por su padre?

En el caso de Zulay, no hay duda que tiene otras intenciones. Es la figura de la que se puede inferir como ejemplo del juega vivo. Zulay grita y manotea, pero es puro histrionismo para sus propósitos. Porque Zulay con Martín trabajan juntos contra el PRD, pues responden a otros intereses que no necesariamente es el torrjismo.

Melitón, por su parte, es la ficha de Varela para escalar nuevamente al Panameñismo. Melitón sabe que no lleva ninguna oportunidad para ganar las elecciones, pero no es ese su propósito, sino el de asestar un golpe a Blandón para quitarle el partido.

Martín no es Omar y está demostrado que el apellido Torrijos le queda grande. Zulay no es torrijista y sí una traicionera. Melitón no es Arnulfo y sí un traicionero.

¿Cómo la política permite estos engendros? La respuesta es difícil de responder, pero demuestra que los Judas existen en cualquier lugar.

*El autor es analista político