• 04/01/2022 00:00

Los vigilantes

“El auditor interno debe tener ¡mucho ojo, que la vista engaña! El cleptómano es asintomático”

En el escenario de la administración pública, los ciudadanos, y en especial los que, por honor, desempeñan el cargo de “auditor interno” de las instituciones, para lo cual deben tener cualidades de ética y responsabilidad profesional de manera recta en el cumplimiento de los deberes, entre ellos los señalados en la Constitución Política de la República de Panamá, las leyes que pone en circulación la Gaceta Oficial, los decretos que emite la Contraloría General de la República (CGR), los transforman en vigilantes del servicio público, encargados de velar y garantizar el buen uso de los recursos del Estado, y cuidar de los activos.

De modo que, al desempeñar el cargo, hay que poner en práctica “la política de la apertura del ojo”. (ver + analizar = observar // mirar + pensar = razonar). De manera que el dictamen queda en una ecuación lineal (observar + razonar = argüir). Una brecha tiene una temporalidad menor de cien años, el abismo es de dos cientos años. Se necesita erradicar el enriquecimiento ilícito y el despilfarro. Ya que, desde 1821 hasta la fecha, la población está viviendo incomprensible deuda externa, las insoslayables necesidades comunitarias, y los inmensos gastos superfluo. Las intervenciones del auditor interno es propiciar principalmente el camino para mejorar resultados contra los desafíos de los funcionarios de los Gobiernos del siglo XXI, en vista de que la cleptocracia se ha desarrollado, de manera exponencial, como referencia la lectura de la obra “La cleptocracia”, del autor James P. Wesberry, Jr., auspiciado por la CGR en el año 1991. En donde se habla de la institucionalización de la codicia en el Gobierno.

La admitoria (auditoría administrativa) es un cleptofungicida, donde saldrán los responsables. Además, es la herramienta para evaluar el control interno en cuanto a los exámenes de la racionalización de los recursos, supervisado por la Dinag de la CGR y la observable desde la Presidencia. Como también, revisa los cuatro planos del análisis administrativo. De modo que, reduce a su mínima expresión los vicios o abusos en las alteraciones de las cosas materiales, financieras y humana, la corrupción. Como punto obscuro en el proceso administrativo. Además, es conexiva a la auditoría operativa de la CGR. Es decir, complementa a la CGR los factores internos y externos que determinan una situación anómala que es imperiosa a corregir, por la descomposición de la esencia de los seis elementos del proceso administrativo. La admitoria es el suplemento para la administración de justicia. El auditor interno debe tener ¡mucho ojo, que la vista engaña! El cleptómano es asintomático. Hay que quebrar el ojo al diablo. Fíjese con cuidado en las acepciones, palabras, términos y apariencia de las personas naturales y jurídicas en los acuerdos, concesiones y contratos como negocio con la administración pública, con el enfoque de la política de la apertura del ojo, como principio despabilarse; como base el anatomista, de plataforma los preceptos, en la disposición con la administración de los valores éticos y morales en los actos administrativos que ordenan erogaciones, contrario a la economización.

CPA, licenciado en Administración Pública.
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