• 15/08/2023 00:00

50 años del Festival del Manito

“[...] la Asamblea Nacional, crea la Ley 53 del 1 de diciembre de 1999, por la cual se declara Fiesta Folclórica al “Festival Nacional del Manito”, conformando así su patronato”

La comunidad panameña ha recibido grandes transformaciones, sociales y educativas, desde el inicio de la República, gracias al maestro, que siempre ha sido un líder en las comunidades, consejero espiritual, guía, mediador en conflictos, un docente que va orientando, educando y acompañando a los estudiantes para la construcción de un mejor país.

Corrían los años 1966 y 1967, cuando los maestros del Centro de Colaboración “José Dolores Carrizo Pinilla”, mediante reuniones y acuerdos, se proponen organizar un evento de carácter cultural folclórico, teniendo como propósito y objetivo, reconocer y promover las costumbres y tradiciones que nacen del hombre del campo, incluyendo las juntas de embarra, socuela, siembras de diversos rubros, las piladeras, labor artesanal en la confección de montunos, polleras, sombreros, ropa estilizada; la música con los bailes de mejorana, canto de la décima, el canto y toque de tambor, la construcción y ejecución de instrumentos regionales, la música (mejorana, socavón, violín, acordeón, rabel, tambor), el grito y la saloma, la literatura costumbrista de cuentos, dichos, historietas, relatos, etc.

El primer festival se realizó durante los días 12 y 13 de agosto de 1967, su primer presidente, el maestro Celso Gustavo Carrizo, acompañado de los educadores: Auxendo Domínguez, Iluminada Mitre, María de Los Santos de Villarreal, Lesbia Ruiloba, Oderay de Moreno, Pablo Marín, Auxila Mitre, Rigoberto Quintero, Delina María Quintero, Mirna de Flores, Carmen de Carrizo, Cecilio Mitre Granados, Carlos “Chicho” Castillero, Gerardo “Tito” Quintero Azcárraga, Prenda Mitre, Harmodio “Moyo” Quintero, fungía como alcalde de la época.

Después de 32 años de existencia y viendo la necesidad de formalizar legalmente el evento folclórico, la Asamblea Nacional, crea la Ley 53 del 1 de diciembre de 1999, por la cual se declara Fiesta Folclórica al “Festival Nacional del Manito”, conformando así su patronato. Hasta la fecha se ha desarrollado bajo la protección de los maestros y demás fuerzas vivas, integrado por un representante de cada organización social de la comunidad, folcloristas, padres de familia, deportistas y más; esta ley reglamenta los objetivos, le otorga patrimonio, personería jurídica y autonomía en su régimen administrativo, constituyéndose en la fiesta nacional por antonomasia.

No olvidemos que las transformaciones logradas por el maestro rural, trascendieron a los padres de familia y a las comunidades, en el mejoramiento de los caminos de producción, en la alimentación, los ministerios de Agricultura, Salud y Obras Públicas continuaron con la labor de desarrollo social hacia el campesinado, con semillas certificadas, mejoramiento genético en la agricultura y ganadería, hoy día todos los corregimientos y comunidades cuentan con carreteras asfaltadas.

Cada año, la directiva del Festival reconoce la labor de valores folclóricos que se han destacado en cualesquiera de las disciplinas del saber, a los seleccionados se les impone la medalla Dr. Rodrigo Núñez Quintero y a los maestros la hoja de Copé; han sido distinguidos artesanos, músicos, escritores, poetas, artistas y más.

Cincuenta años han transcurrido y se mantiene la escenificación del Duelo del Tamarindo (remembranzas del pasado), El sagrado Matrimonio Campesino, los bailes de mejorana por los Manitos, cerca de diez concursos de montuno, polleras, décima escrita y cantada, toque y canto de tambor, toque y canto de mejorana, toque de acordeón juvenil y mayor, ejecución del violín, el evento concluye con el desfile folclórico, donde las comunidades presentan el diario quehacer que se produce en cada corregimiento, desde las artesanías hasta los bailes de mejorana, tamborito y canto de la décima campesina.

Obviamente que, cada patronato ha tratado de innovar aspectos relacionados al desarrollo y desenvolvimiento del evento, sin alterar su esencia, uno de esos ha sido el de llevar a la reina del festival en el caballete o cima del rancho, correspondiéndole estrenar dicha creatividad a su majestad Maritza Flores, representante de Ocú cabecera, en agosto de 1996, siendo presidente del evento el profesor Bolívar Octavio Ochoa; César Carrizo, fue el creador de este patrimonio, orgullo de los ocueños.

Gestor cultural.
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