53 años de Historia

  • 11/09/2025 23:00

Panamá atraviesa momentos difíciles. Desde los primeros años un grupo reducido de familias se toman el control económico y político imponiendo sus intereses por encima del interés nacional y social.

Una casta oligárquica en el poder impone una forma de gobierno donde el poder político está concentrado en un pequeño grupo de personas o familias, que basan su dominio en la articulación con los gobiernos, mismos que ha permitido concentrar la riqueza del país.

Este pequeño grupo que amasa fortunas pegado del Estado impone una economía rentista, extractivista, importadora y financiera. Mismo grupo que se le exonera impuestos o evade, a los que se les garantiza negociados desde la esfera pública seguros que dada la impunidad reinante la justicia no llegará a ellos.

Aunque tienen intereses comunes, acumular extraordinarias ganancias, presentan contradicciones no antagónicas, que los lleva a presentarse en bandos en los procesos electorales (varios candidatos propuestas similares). Otro elemento que los une, buscan contar con el beneplácito de los gobiernos de Estados Unidos, al punto de aceptar que estos definan sus diferencias frente al nuevo ungido al “Palacio de las Garzas”.

Recordemos que la oligarquía conforma sus partidos políticos y también utilizan el enorme poder de su riqueza para financiar candidatos incluso antes de que todos los ciudadanos acudan a votar.

La irrupción de acciones organizadas de la población en los años veinte, la organización de sectores estudiantiles y obreros, el patriotismo expresado desde momentos tempranos y acentuados en los cincuenta y sesenta, estremece la estructura de orden social que nos impusieron las élites.

El sindicalismo panameño surgió en la década de 1920 como reacción a la opresión laboral, en medio de años de gran represión y la prohibición de manifestaciones.

La historia del SUNTRACS refleja la trayectoria de lucha de la clase obrera panameña. El 10 de septiembre de 1972, grupos de carpinteros, reforzadores y albañiles fundaron el SUNTRACS. Se escribía de esta manera una historia de luchas y sacrificios en defensa de los intereses de la clase trabajadora.

En 1972 la tarea, la unificación de los obreros de la construcción en una sola organización que pudiera enfrentar las deplorables condiciones de trabajo. En 1974 nos propusimos alcanzar la primera Convención Colectiva con la CAPAC, logrando mejores salarios y condiciones de trabajo. Pero la lucha apenas comenzaba. A partir de esa fecha cada cuatro años se suscribieron estos convenios, todos ellos mejorando los aspectos salariales, de seguridad y de otras condiciones laborales, este año negociamos la número 13.

Sin lugar a duda el SUNTRACS incomodaba a los Gobiernos y sectores empresariales por las reivindicaciones alcanzadas. A finales de la década del ´80, el SUNTRACS es cooptado, asume su conducción una “dirigencia” vinculada a los militares en el poder y a su brazo político, el PRD. Dicha dirigencia espuria pacta acuerdos que representaron reducción de salarios, desmejoramiento de las condiciones de trabajo, cayendo el sindicato prácticamente en bancarrota.

Surge en ese período el Movimiento Democratizador del SUNTRACS (MODES), que se opone a la seudo dirigencia, desafiando la persecución y represión de los militares. Posterior a la devastadora invasión norteamericana del 20 de diciembre de 1989, se inicia la lucha por lograr que la auténtica dirigencia obrera asuma la conducción del Sindicato.

El SUNTRACS, cual ave fénix, se erige como una de las organizaciones más grandes y combativas de la historia del movimiento obrero de Panamá. Pero la actividad del Sindicato no se circunscribe al sector de la construcción, impulsamos la corriente clasista del movimiento obrero panameño. Desde 1995, cuando Pérez Balladares impuso la flexibilidad laboral, se logra organizar CONUSI (1998).

El SUNTRACS entiende que sus luchas no pueden estar aisladas de las luchas del pueblo panameño. Participa de forma decidida de las principales gestas del movimiento popular panameño y se empeña en forjar la unidad de los sectores realmente clasistas y honestos del movimiento sindical. También hemos asumido las jornadas de defensa de la patria, manifestándonos contra la injerencia y presencia de bases militares norteamericana, rechazando el memorándum de entendimiento. Nuestro respaldo a la paz y autodeterminación de los pueblos es permanente.

En 53 años el SUNTRACS hemos despedido a compañeros que sacrificaron y dieron lo más preciado, su vida: Yito Barrantes, Rufino Frías, Osvaldo Lorenzo, Luiyi Argüelles, Al Iromi Smith. Recordamos a Hipólito Alvarado, Eustaquio Méndez y Eliecer Córdoba.

Enfrentamos en estos momentos el Gobierno autoritario de Mulino, que ha impuesto ilegalmente la judicialización a ciento de nuestros compañeros, el cierre de las cuentas bancarias, y la persecución y arresto ilegal de nuestros dirigentes: Saúl Méndez, Erasmo Cerrud, Jaime Caballero y mi persona.

En la práctica de que la “Pelea es Peleando” seguimos desarrollándonos y fortaleciéndonos. Hoy en resistencia activa. Este 10 de septiembre se dio la juramentación de la nueva Junta Directiva del SUNTRACS, que preside el compañero Yamir Córdoba, dos compañeras asumen responsabilidades en esta estructura. El compromiso seguir en la lucha social y patriótica, crear la secretaria de la mujer, alcanzar la nueva convención colectiva, defender el derecho a la sindicalización, continuar en la defensa de nuestra organización, de sus dirigentes y miembros tanto en el plano nacional como internacional.

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