• 17/10/2019 00:00

El compromiso de Panamá en el 57 Consejo Directivo de la OPS

En la recién concluida reunión del 57° Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), nuestros delegados se comprometieron a promover en el país, de acuerdo con nuestra realidad y capacidades, y contando con el apoyo técnico de la OPS, el desarrollo de estrategias y planes para atender las prioridades en salud en las Américas.

En la recién concluida reunión del 57° Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), nuestros delegados se comprometieron a promover en el país, de acuerdo con nuestra realidad y capacidades, y contando con el apoyo técnico de la OPS, el desarrollo de estrategias y planes para atender las prioridades en salud en las Américas.

Démosle un vistazo a las que considero de mayor relevancia, y por ende son prioritarias para nosotros. Adelanto que, todas requerirán del fortalecimiento de la eficacia, calidad y buena orientación de la intervención del Estado, en especial la Rectoría del Minsa, y el financiamiento suficiente, así como de sistemas estratégicos de información y vigilancia de salud para la gestión efectiva del sistema de salud.

Comencemos por la estrategia y plan de acción sobre la promoción de la salud, que busca desarrollar intervenciones sociales, políticas y técnicas que aborden los determinantes sociales de la salud, con el fin de mejorar la salud y reducir las inequidades en la salud en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. La propuesta está vinculada con la Estrategia para la cobertura universal de salud de la OPS, y se centra en el trabajo con todos los niveles de Gobierno, en particular el nivel local, para empoderar a las personas y comunidades en sus entornos y territorios. La intersectorialidad y la participación social deben ser los dos ejes transversales del plan de acción que desarrollemos en el país.

Íntimamente vinculado con lo anterior, y con la prevención de las enfermedades no transmisibles, será nuestro compromiso efectivo con el Plan de acción para eliminar los ácidos grasos trans de producción industrial 2020-2025. El plan aprobado, propone terminar de eliminar estas sustancias nocivas, mediante la plena adopción y ejecución de las políticas de eliminación de los AGT-PI en toda la Región de las Américas. A efectos de lograr la mayor efectividad posible, la política regulatoria propuesta debería ir acompañada de otras políticas y prácticas óptimas con respecto al cumplimiento, el etiquetado, la evaluación del progreso y la educación a la población.

No menos importante es el compromiso de acelerar los esfuerzos en curso para eliminar más de 30 enfermedades infecciosas para el año 2030. Acordamos integrar los sistemas y servicios de salud, de modo que se aborden las múltiples enfermedades desde un enfoque integral, en particular a nivel de la atención primaria y abordar los determinantes sociales y medioambientales de la salud.

También aprobamos la estrategia y plan de acción para mejorar la calidad de la atención en la prestación de servicios de salud. La misma introduce un nuevo paradigma que requiere tres enfoques: un abordaje desde los sistemas de salud y la intersectorialidad; acciones contextualizadas a cada país, teniendo como principios orientadores el derecho al goce del grado máximo de salud que se pueda lograr para cada persona, la equidad, la solidaridad, las decisiones éticas, la participación y el empoderamiento de las personas, las familias y las comunidades; y la toma de decisiones sustentadas por las mejores prácticas y la evidencia.

De suma importancia para atender las inequidades que afectan la salud y condiciones de vida de nuestras poblaciones indígenas y afrodescendientes, será implementar la estrategia y plan de acción sobre etnicidad y salud 2019-2025. Para ello nos comprometimos en acelerar los esfuerzos para abordar, con un enfoque intercultural e intersectorial, las necesidades especiales de salud y los obstáculos que enfrentan los diferentes grupos étnicos del país. Especial relevancia tendrá comenzar por generar evidencia, desglosada por etnicidad, incluidos los determinantes de salud, para la toma de decisiones sobre políticas públicas en materia de salud. Un gran reto será promover la participación social y alianzas estratégicas con los diferentes grupos étnicos y otros actores pertinentes y; reconocer los conocimientos ancestrales y de la medicina tradicional y complementaria.

Y eso fue parte de lo aprobado en este magno evento por nuestros delegados. Para desarrollar estas iniciativas, de acuerdo con nuestro contexto y prioridades nacionales, deberemos fortalecer la capacidad institucional nacional, así como promover la coordinación gubernamental intersectorial y la participación de la sociedad civil y la comunidad.

Todas son de suma importancia para la salud de los panameños, por lo que espero que nos informen, lo antes posible, qué significa cada una de las iniciativas para el país, y cuál es el plan de seguimiento que llevarán a cabo con el apoyo de la Representación de la OPS/OMS en el país, y la participación de nosotros, la sociedad panameña.

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