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- 09/01/2010 01:00
9 de Enero: gesta gloriosa de la juventud
9 de Enero de 1964. A cuatro décadas y media de aquella gloriosa gesta, de orgullo nacional, pero de luto y dolor por la humillante agresión norteamericana. La generación institutora, con sus ideales de patria soberana, marcharon hacia la Zona del Canal para que la tricolor ondeara en el territorio ocupado. En sus manos cargaban, como arma, la bandera panameña, la misma que el convenio firmado entre Panamá y Estados Unidos exigía que se izara en los sitios en los que también ondeara la bandera estadounidense.
La jornada nacionalista tuvo un resultado sangriento. Además de los heridos, veintiún estudiantes caían impactados por las balas criminales. La prepotencia indigna de la tropa extranjera, los llevó al extremo de disparar en contra de estudiantes, cuya defensa eran tan solo el coraje y la dignidad. El sentimiento nacional era ultrajado y la respuesta no podía ser otra: el 10 de enero el gobierno de Roberto Chiari rompe relaciones diplomáticas con el país agresor.
La Constitución Política establecía que la fuerza pública —Guardia Nacional, desde 1954— debía proteger la vida y honra de los nacionales. Sin embargo, los uniformados panameños agrupados en dos compañías militares fundadas desde 1959 no dispararon una sola bala. Como denunció la Federación de Estudiantes, esa actitud no era ajena al pago que recibían, no meno de quinientos efectivos panameños, por parte del Departamento de Estado. Lo que sí hizo la Guardia Nacional, durante el conflicto, fue darles todas las facilidades y protección a los norteamericanos residentes en las ciudades de Panamá y Colón.
Un años después, 1965, con la herida de dolor aún abierta, los estudiantes conducidos por Floyd Britton —asesinado después en la isla de Coiba— salen a las calles a manifestarse como repudio al intervencionismo y reconocimiento al heroísmo de los caídos. La Guardia Nacional, bajo el mando de Bolívar Vallarino, se hizo presente para obstaculizar la expresión estudiantil y dispersarla con gases lacrimógeno. Ya para entonces el gobierno liberal de Chiari no solo había reactivado las relaciones diplomáticas, sino que era parte, a ultranza, del esquema estratégico—estadounidense contra el comunismo. Mismo argumento —el de comunistas— con el que se había justificado irresponsablemente la acción militar contra los estudiantes.
El ministro de Gobierno, jefe civil de la Guardia Nacional, era José Dominador Bazán; una importante comunidad de las áreas revertidas en Colón (Fuerte Davis), hoy lleva su nombre. La gratitud, sin embargo, para los muertos y heridos en esta parte del país sigue en espera. A la fecha, en ningún rinconcito de lo que fue la Zona del Canal en el Atlántico, se hace reconocimiento a los jóvenes que simbolizan aquella gloriosa gesta. Ellos, con el transcurrir del tiempo, parecieran quedarse en el olvido. Esto no debe ocurrir. La juventud de hoy, cuyos intereses enrumban por sentidos no claros de la misión nacional que le corresponde, debe mirarse en ese espejo de historia triste, pero ejemplar.
*Docente universitario y ex diputado. jayan2258@gmail.com