• 08/10/2023 00:00

Alianzas electorales: ¡tu voto informado importa!

[...] es obligatorio preguntarnos cómo hacemos para reconocer la mejor alianza; ya sea entre independientes, independientes aliados con partidos políticos, o de solo entre diferentes partidos políticos [...]

Los panameños sabemos que las coaliciones políticas han sido y serán parte de cualquier proceso electoral, pues la unión de fuerzas entre diferentes partidos políticos para presentarse juntos en elecciones, puede incrementar las posibilidades de éxito de los aliados. Se trata, pues, de una estrategia política común, de diferentes tipos y motivaciones, y suelen formarse en función de intereses políticos y estratégicos que, no necesariamente responden a las necesidades de la población.

Aceptando esta realidad, le dedico esta glosa a reflexionar sobre la necesidad de informarnos para exigir alianzas electorales transparentes y genuinas para llevar al Palacio de las Garzas a nuestro próximo presidente y vicepresidente de la República, así como los 71 diputados de la Asamblea Nacional, 81 alcaldes, y 701 representantes de corregimientos. No podemos equivocarnos.

En este contexto es obligatorio preguntarnos cómo hacemos para reconocer la mejor alianza; ya sea entre independientes, independientes aliados con partidos políticos, o de solo entre diferentes partidos políticos -y no dejarnos encandilar por los cantos de sirena- que nos repiten las promesas de siempre, que serán cotidianos hasta el día de las elecciones. No será fácil, pero los invito a considerar los siguientes argumentos para ayudarnos en este sentido, subrayando de entrada que nuestro voto tiene que ser informado y racional y no depender de dádivas y promesas de beneficios personales.

Para comenzar acepto que reconocer las alianzas políticas con el único propósito de conseguir votos en una elección es un desafío, ya que los partidos y candidatos presentarán sus alianzas de manera estratégica y coherente. Además, se maneja un discurso descalificador de “todo lo anterior”, el cual es atractivo, pues llama a “sacarnos el clavo” apoyando esta o aquella coalición salvadora. Sin embargo, existen algunas señales claras de que los aliados tienen el único propósito de conseguir el respaldo popular. Tengámoslas presentes a la hora de depositar nuestro voto.

Primero que todo, analicemos los antecedentes y trayectoria de los aliados. Cuáles han sido los principios y valores éticos y morales que los han caracterizado en su vida política. Aunque con este análisis - repito, de manera informada y racional- debería ser suficiente, existen otros elementos a considerar.

A renglón seguido, investiguemos si los partidos o candidatos que forman la alianza tienen diferencias ideológicas significativas y han expresado opiniones opuestas en el pasado. Si ese fuera el caso - y lo es la mayoría de las alianzas conocidas hasta ahora en Panamá- es probable que la alianza tenga el único propósito de ganar votos. En la misma dirección apuntan los cambios repentinos en las posiciones políticas, o la falta de coherencia en la perorata política, pues, si existen diferencias históricas entre los aliados, el discurso de la coalición será inconsistente y forzado.

No menos importante es la necesidad de conocer el historial de oposición entre los aliados. En nuestro escenario electoral actual, ya podemos identificar alianzas - anunciadas o planeándose- entre partidos o candidatos que han estado en conflicto abierto en el pasado o han competido en elecciones anteriores sin alianza. Directamente relacionado con esto, son los cambios en la retórica y el discurso de los aliados, y ya comenzamos a escuchar cambios evidentes en el discurso, exaltando las virtudes del aliado que hasta hace poco era repudiado y enemigo acérrimo.

En ese mismo orden de señales de alerta para nosotros los votantes, está la evidencia de negociaciones estratégicas para formar la alianza, como discusiones sobre cuotas de poder o distribución de escaños; lo cual suele ir acompañado de una clara falta de evidencias de colaboración en otros temas, sobre todo los temas más espinosos que enfrentaremos en el próximo quinquenio, como por ejemplo: el funcionamiento exitoso del Canal de Panamá, el abordaje de la minería metálica a cielo abierto, el rescate del fondo de pensiones de la CSS, el desarrollo de un modelo económico que beneficie a todos generando los empleos que se necesitan, la seguridad ciudadana y la lucha contra el clientelismo y la corrupción.

Finalmente, es necesario considerar que las alianzas electorales no son necesariamente negativas, y pueden ser una parte legítima del proceso democrático. Sin embargo, los votantes debemos estar informados sobre las motivaciones detrás de estas alianzas para tomar decisiones electorales informadas. En este sentido, la transparencia y la comunicación honesta por parte de los partidos son fundamentales para que podamos evaluar adecuadamente las alianzas políticas.

Por nuestra parte, tendremos la palabra final el 5 de mayo de 2024. Hagámosla valer superando barreras ideológicas y pongámonos de acuerdo para llevar al poder a los mejores panameños y panameñas. Poseedores de los principios y valores éticos y morales fundamentales para la construcción de la sociedad democrática y justa que necesitamos.

Médico, exrepresentante de la OMS
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