• 04/01/2012 01:00

Cabo de año

A cabó un año. Damos vuelta a la página final y abrimos otro libro nuevo. Es época precisa para un balance de las actividades y compromi...

A cabó un año. Damos vuelta a la página final y abrimos otro libro nuevo. Es época precisa para un balance de las actividades y compromisos que han sido cumplidos. Aquellos por saldar y proponerse nuevas aventuras que logren producir resultados para compartirse con los amigos que nos obsequian con su atención hacia este espacio periodístico.

Esta columna semanal, donde se exploran diferentes temas, disfrutó el año pasado de una búsqueda constante de nuevos referentes que pudieran ser de interés para los lectores. En ocasiones surgió con facilidad y en otras oportunidades fue necesario levantar hasta las piedras para encontrar asuntos de interés y sobre todo, el ángulo desde el que se pudiera comentar.

Pero también ha sido una secuencia de meses que resultan gratos en cuanto a la retroalimentación con el público. Esto es posible gracias a la correspondencia virtual y a la casilla que permite a quienes se sienten estimulados por las ideas expuestas, escribir las suyas, comentar aquellos aspectos que lo provocan, que permite al suscrito, saber qué opinan los asiduos.

Se sabe, por ejemplo, que contamos con interlocutores a quienes no les gustan los temas culturales. Otros opinan acremente, si se alude a la política, y prefieren que aquí se desarrolle contenidos afines a las artes. Una persona ataca —hasta con alusiones personales— cada vez que se menciona algo sobre mejoras artificiales al rostro, las técnicas de ‘botox’ y las cirugías estéticas y está, aquel que aborrece las reseñas de cine.

Satisfacer a tantos intereses resulta difícil, pero es un estimulante para la redacción de estas letras. Por ejemplo, tengo planes de comentar en principio cuatro películas que están por estrenarse en Panamá y que son extraordinarias, pero controversiales: La piel que habito, de Pedro Almodóvar; El árbol de la vida, de Terrence Malick; Medianoche en París, de Woody Allen y Hoover de Clint Eastwood.

Además, la agenda cinematográfica para el 2012, incluye un Festival Internacional de Cine en abril y la muestra que todos los lunes se exhibe en Sanborns y que trae cintas de todo el mundo.

Sobre libros, tenemos algunos cuya lectura está detenida. Se programa, por otro lado, la feria del libro con Francia de invitado. Es una literatura cuyos actuales exponentes son poco conocidos en Panamá.

Otras áreas de la cultura también van a ser comentadas. En primer lugar, el Festival Internacional de Jazz, que en enero traerá nuevamente a Chucho Valdés, ahora en compañía de Omara Portuondo. Exponentes de este ritmo participarán, así como varias academias musicales que trabajarán en los talleres de teoría y ejecución.

El país vive nuevos escenarios con megaproyectos que habrán de cambiar la vida de la sociedad y eso debe ser propicio para el análisis periodístico. Siempre surgen experiencias que motivan ser tratadas con la finalidad de intercambiar puntos de vista para estimular opiniones en la ciudadanía.

Escribir todas las semanas y entusiasmar a quienes se toman el interés de leer este espacio para que brinden sus ideas y comentarios, es complejo, porque evidentemente no se puede compensar el gusto de todos. Pero sí queda la satisfacción, que algunos valoren el trabajo y caminen por la ruta que sugerimos o por el contrario, anoten sus reparos y divergencias.

Esta relación es la que garantiza el vínculo necesario para que florezcan los conceptos que se pueden encontrar en este rincón de opinión y cuya periodicidad nos compromete. Hay un agradecimiento a quienes honran esta comunidad lectora con su atención y se deja esbozado el objetivo de brindar contenidos pro vechosos en un 2012 que se inicia.

PERIODISTA

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