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- 09/12/2008 01:00
El año del Hidalgo: Las antenas de la muerte
El título de este breve artículo se origina en la expresión célebre del pueblo mexicano que dice: “Estamos en el Año de Hidalgo y chingue su madre el que no se lleve algo”.
La ASEP y el MINSA han permitido a las nuevas empresas telefónicas instalar sus antenas en cualquier lugar, sin respetar el Estado de Derecho, la salud y tranquilidad del pueblo panameño.
De frontera a frontera, todas las comunidades han expresado su más rotundo rechazo a la instalación de estas antenas en medio de zonas residenciales. Y es que la población panameña tiene una inteligencia natural y sabe cuándo se cierne el peligro sobre sus cabezas. Una y otra vez, en cadena o al unísono, han venido exigiendo de las autoridades el respeto de sus derechos y la protección de su salud. Pero nada de esto ha sido importante para unas autoridades que terminan su último año de gobierno.
En ese afán, tanto las autoridades del MINSA como de la ASEP, no sin contar con la autorización del Ejecutivo, han acudido a todo tipo de falsedades al alcance, para tratar de confundir a la población. En primer lugar, afirmando que científicamente está probado que las antenas no causan daños, fue lo mismo que dijeron del cigarrillo. En segundo lugar, hablaban de un organismo internacional que decía que no hacían daño, y cuando se les demostró que el mismo presidente de dicho organismo señaló hace menos de ocho meses que los estándares establecidos no protegían a los niños y otros grupos vulnerables de la población, entonces decidieron traer a un mercachifle, que dicen, actúa como experto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cual en un estudio llevado a cabo en Argentina de donde es originario, denominado “Prospección de Radiación Electromagnética ambiental no ionizante, Manual de estándares de Seguridad para la exposición a radiofrecuencias comprendidas entre 100 KHz y 300 GHz” llama enérgicamente la atención de las autoridades argentinas a tomar las precauciones para no exponer a la población general a las EMF de baja frecuencia (Ondas Electromagnéticas) por los daños que éstas pueden generar sobre el cuerpo humano.
Veamos lo dicho por este mercachifle en la página 3, párrafo cuarto de su estudio: “Los efectos de las radiaciones electromagnéticas no ionizantes de radiofrecuencias son motivos de precaución, ya que sus manifestaciones tienen un determinado espectro de daños, cubriendo desde lesiones leves y temporarias hasta graves y permanentes (crónicas e irreversibles)”..... Pero, aún hay más. Dice en la página 21: “La exposición a radiaciones de bajo nivel pueden también perturbar transitoriamente el comportamiento corporal”. Y termina diciendo en la página 58, lo siguiente: “VII.4. Estaciones Terrenas. Con las estaciones terrenas tipo transmisión-recepción móviles, es necesario prevenir a las personas que no pueden ingresar en el cono del haz de radiación de la antena de transmisión, y generalmente, esas personas deberán abstenerse de aproximarse a la zona de emisión asociada a la antena”.
Sin embargo, a este mismo sujeto, preocupado por la salud del pueblo argentino, no le importó un bledo venir a Panamá (¿quién sabe motivado por qué razone$?), a decirnos de manera burlona que éstas ondas sí son buenas para los panameños.
Por eso, querido compatriota, quiero recordarte que estamos en el año de HIDALGO y, lo único que te salvará, serás tú mismo.
-El autor es abogado.cusapin@gmail.com