El árbol de la prosperidad

Imagínate un árbol. Sus raíces son profundas y fuertes, extendiéndose en todas direcciones en busca de agua y nutrientes. Su tronco es robusto, soportando el peso de las ramas y las hojas. Y sus frutos son abundantes, proporcionando alimento y sustento a todos los que se acercan.

Ahora imagina que ese árbol es nuestra economía, y las empresas son las raíces que alimentan y sostienen el árbol. La libertad empresarial es como el agua y los nutrientes que las raíces buscan. Cuando las empresas son libres para crecer y expandirse, absorben más recursos, alimentando y fortaleciendo el árbol de la economía.

Panamá logró una puntuación de 74.02 en el Índice de Progreso Social del 2022 (lanzado este año), donde puntea relativamente bien y está en países de segundo nivel, de un total de siete niveles. En el más reciente índice de libertad económica, otro de extrema importancia para entender la realidad del país, nuestra nación obtuvo una puntuación de 65.4, entrando en la categoría de moderadamente libre.

¿Pero qué significa todo esto para nosotros, los ciudadanos de a pie a quienes el árbol nos da sombra?

La libertad empresarial, que se desprende de la libertad económica, es mucho más que simples cifras y puntuaciones. Es un sistema de alimentación que permite a nuestro árbol económico desarrollarse y prosperar. Cuando las empresas son libres para competir, con reglas claras y transparentes, todos nosotros, los consumidores, ganamos. Tenemos más opciones, mejores precios, y productos y servicios de mayor y mejor calidad.

La libertad empresarial también fomenta la innovación. Las empresas libres para experimentar y tomar riesgos son las que a menudo hacen los descubrimientos más importantes. Piensa en los avances en tecnología, medicina y energía renovable; son los frutos de nuestro árbol económico.

Y no olvidemos el empleo. Las empresas crean empleos. Y no solo cualquier empleo, sino empleos buenos y bien remunerados. Empleos que nos permiten sustentar a nuestras familias y construir un futuro mejor.

Entonces, ¿cómo nutre la libertad empresarial el progreso social? Al fortalecer nuestra economía, al fomentar la innovación y la competencia, al generar empleo y mejorar nuestra calidad de vida. Es decir, al nutrir y fortalecer nuestro árbol económico.

Para esto, hay que tomar en cuenta también un factor muy importante, el resguardo de nuestra económica y de la libertad empresarial. Por ello, para tener un entorno que permita a las empresas crecer y prosperar, necesitamos un sistema de gobierno transparente y eficiente, un Estado de derecho sólido, con seguridad jurídica, que proteja los derechos de propiedad, y una regulación clara y transparente que permita la libre competencia, con igualdad ante la ley. Todo este marco, que protege al árbol, nos lo da un Gobierno con principios republicanos.

Así que la próxima vez que oigas hablar de libertad empresarial, no pienses solo en las grandes corporaciones y los magnates de los negocios; de hecho, en Panamá el tejido empresarial está compuesto en su gran mayoría de micro, pequeñas y medianas empresas. Por lo cual, debemos pensar en nuestro árbol económico, sus raíces extendiéndose en todas direcciones, buscando agua y nutrientes. Piensa en las oportunidades y los beneficios que la libertad empresarial nos aporta y, si la expandimos y profundizamos, nos puede seguir aportando a todos nosotros.

Y recuerda, todos tenemos un papel que desempeñar en el cuidado de nuestro árbol económico. La libertad tiene una contraparte fundamental para que esta sea exitosa, sostenible, y duradera –la responsabilidad individual. Por eso desde la Apede defendemos y luchamos por expandir, como individuos responsables, la libertad empresarial y económica, para conseguir ese progreso social que permee a todos los que vivimos en nuestro amado país. Hagámoslo juntos, hagámoslo por Panamá.