El ático

Antes de los muertos: Después... solo queda la expiación y tratar de resarcir de alguna manera, generalmente material, los daños causados por la terquedad. Los gobernantes no pueden ser tercos, además, los pueblos necesitan tener a quién acudir a ponerle las quejas, cuando los mandos medios insisten a hacer las cosas a su antojo. No tener esa posibilidad, cierra todas las posibilidades de encontrar soluciones reales, efectivas y sostenibles a los problemas de una nación...