El ático

Estamos agresivos: Hace tiempo, mucho tiempo atrás, se hablaba de lo alegre y amistoso que era el pueblo panameño. En cierta forma, conservamos el gusto por el llamado doble sentido y el sentido del humor, pero hay que admitir que hay mucha agresividad, demasiada. Y no solo de los delincuentes, lo cual es lamentable, pero hasta normal que así sean, pero el ciudadano común, hombres y mujeres de todas las edades, suelta toda clase de improperios y hasta golpes, por, como se dice, ‘cualquier quítame esta paja’. ¿Hastío, siguiendo malos ejemplos? A saber. Lo que sí está claro, es que debemos revisar nuestro actuar como miembros de una sociedad, pensando siempre en los ejemplos que damos a la niñez y a la juventud.