Barro Blanco y nosotros

Nosotros, la mayoría de los habitantes de Panamá, somos panameños y, como tales, tenemos derechos que exigir y obligaciones que cumplir.

Los ngäbe bugle también son panameños y deben exigir sus derechos, incluyendo el respeto a sus costumbres, que reflejan una experiencia particular que los distingue.

Como panameños, deben exigir la solución de sus problemas de hoy y de mañana. Eso implica posibilidad de una oficina estatal semiautónoma que pueda conocer, junto a los representantes de los ngäbe bugle, el estudio de esas necesidades y darles solución para hoy y planificar para el futuro el desarrollo colectivo de sus recursos naturales. Esos recursos deben salir de la generación eléctrica. Eso implica mejores días en el desarrollo de los ngäbe bugle y su entorno, con lo cual también se mejoraría el país que formamos todos.

Se debe contemplar la educación bilingüe en primaria, con becas para secundaria, según requerimientos del Ministerio de Educación. También se puede ver la posibilidad de desarrollo agrícola con cooperativas y compra de sus productos, preestablecido por el Estado. Lo mismo se pude hacer con el desarrollo de la piscicultura, por el embalse. Para todo esto, se necesita tener caminos de penetración y posibilidades de tomar agua del embalse para regar.

Es obligante desarrollar viviendas unifamiliares, con condiciones de agua, luz y teléfono. Asî como escuelas de artesanía local y preparar un rancho grande de venta de las molas y otras artesanías que puedan comprar los visitantes.

Debemos analizar las consecuencias negativas que afectarán al país, si no se termina la obra. Eso nos perjudicará a todos, lo cual puede transformarse en beneficio para todos, donde los habitantes de la zona sean los más beneficiados, con una buena planificación, como ya se expuso.

INGENIERO CIVIL E HIDRÁULICO.