• 13/06/2022 00:00

Buenas noticias para el Hospital Oncológico

Acudí al Hospital Oncológico para una cita rutinaria y pude observar la cantidad de gente en los pasillos o en la espera de las salas para la atención médica.

Acudí al Hospital Oncológico para una cita rutinaria y pude observar la cantidad de gente en los pasillos o en la espera de las salas para la atención médica. Como siempre, las personas solicitan sus citas y siguen las instrucciones, tomando su respectivo número y haciendo su necesaria espera. Pero el lugar es muy chico, muchas personas enfermas deben permanecer de pie hasta que llegue su turno, que a veces es rápido y otras demorado de acuerdo con el problema de cada paciente.

Siempre he admirado la atención que dispensa el Hospital Oncológico a sus pacientes, la dedicación de los médicos, el orden de las citas, la información detallada de lo que el paciente debe seguir, la disciplina de los que allí se atienden, la paciencia de sus parientes y, sobre todo, la esperanza de quienes al final ansían que la enfermedad haya cedido. A veces una secretaria llama por teléfono o celular y le recuerda al paciente que no debe perder su cita.

El anunció, que al fin se terminara de construir el edificio que se inició, desde hace mucho tiempo, para un Hospital Oncológico con todas las facilidades, salas, salón de operaciones y atención a los pacientes ha llegado. Y esperamos que así sea y que la larga espera se acorte. El cáncer no se ve, muy pocas veces se anuncia, es silencioso y vive muchas veces en las oquedades del cuerpo sin manifestarse. Por eso es importante la revisión a tiempo y sobre todo, tener un hospital con todas sus características, científicas y humanas.

Hay consagrados doctores y doctoras en el Hospital que nunca saben que local o sitio les tocará al día siguiente para atender a sus pacientes. He visto a doctoras que empiezan temprano y la fila de atención es larga, pero el espíritu de cada uno de ellos está dispuesto a atender hasta el último paciente. Siempre he admirado esa abnegación y atención de todo su personal ya sea médico o de oficina. Ellos necesitan también sus espacios para atender adecuadamente a quienes acuden, muchas veces, de lugares lejanos y tienen que permanecer alojados en hoteles o pensiones

El cáncer es una enfermedad silenciosa que no se anuncia y muchas veces no se sabe que se tiene, y a veces aparece cuando ya es difícil de eliminarla. Por ello la atención a tiempo es necesaria.

Magnífico que se decida al fin en crear un verdadero Hospital Oncológico. Muchos pacientes que conocí en el lugar venían del interior, con mucho esfuerzo. Se les hacía más caro porque tenían que venir con un acompañante, tomar buses y hospedarse en sitios, algunos lugares pagados por el Hospital.

Creemos en la certeza de este anuncio. Antes veíamos páginas anunciando la buena nueva de que habría un hospital. Pero nada se hacía al respecto. La gente se entusiasmaba y volvíamos al mismo lugar de antes, caminando hacia el atraso. El cáncer es una enfermedad que en la mayoría de las veces suele ser muy costosa.

La alegría que le escuché a médicos, personal y pacientes no puede ser en vano. La Nación espera que con en el nuevo Hospital los enfermos tengan la oportunidad de tener un mejor espacio en sus vidas. El lugar donde se va a construir debe tener lugares para llevar a los pacientes, buses, estacionamientos, porque el cáncer ataca a pobres y ricos, y todos merecen la mejor atención de la Nación en la cual viven, sin olvidarnos de los extranjeros que radican aquí.

¡¡Qué la buena noticia se convierta en una verdad!!

Escritora y periodista
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