Centroamérica y el Caribe: sistemas de justicia y delincuencia organizada

En Centroamérica, los grupos criminales representan la piedra de toque y el núcleo del problema. Como en otras latitudes, los mercados y en particular el mercado de la cocaína, son un asunto clave, a pesar de que eliminar cualquier flujo de contrabando no acabará con los grupos que lo explotan actualmente. Al contrario, la mayoría de estos grupos y redes criminales se crearon antes del ‘boom' actual de la cocaína y puede esperarse que perduren más allá de éste.

Tanto en Centroamérica como en el Caribe, todos los grupos de delincuencia organizada pueden incluirse en dos categorías principales: (i) grupos de delincuencia organizada asociados al territorio y (ii) grupos de tráfico transnacional. Estos dos tipos de grupos tienen un carácter marcadamente diferente. Mientras que los grupos territoriales están enfocados en controlar el territorio y exigir cuotas de poder dentro del mismo, los grupos de tráfico son más bien redes de proveedores, transportistas y receptores. Por tanto, gran parte de la violencia actual en la región se relaciona con el creciente control de los grupos territoriales sobre el tráfico transnacional. Esto genera conflicto entre grupos territoriales y transportistas, pero también entre los mismos grupos territoriales.

Otro asunto que nos preocupa es la creciente violencia generada por las maras en Centroamérica. A menudo, leemos referencias a ellas como ‘pandillas transnacionales', pero este término puede inducir a ciertos errores de forma y fondo. Si bien es cierto que tienen un origen internacional y existen en numerosos países, existen escasas evidencias de que esto haya cambiado su enfoque principal en los asuntos locales. Las dos principales facciones —Mara Salvatrucha y Mara 18— tienen sus orígenes en el este de Los Ángeles y no cabe duda de que su presencia en Centroamérica es el resultado de las deportaciones de criminales desde los Estados Unidos a El Salvador, Guatemala y Honduras a partir de 1996. De cualquier forma, la retórica de las maras parece tener como hilo conductor el asegurarse de que las comunidades locales en las que operan ilegalmente conozcan su poder, generando una relación de miedo y respeto. No obstante, ninguna pandilla callejera ni ninguna mara tiene aspiraciones de derrocar al Estado.

El tercer flujo que nos preocupa es el de las redes de migrantes irregulares, dado que Centroamérica corre el riesgo de convertirse en un itinerario global de migrantes irregulares. Analicemos la situación brevemente. Los centroamericanos no son los únicos que están siendo traficados en los Estados Unidos a través de México. También están siendo traficados a través de Centroamérica migrantes irregulares del Cuerno de África (Eritrea, Somalia y Etiopía), así como del sur de Asia (Bangladesh, Nepal, India), China y otros Estados africanos. Por ejemplo, los migrantes procedentes del Cuerno de África, son trasladados utilizando rutas terrestres hasta Sudáfrica y luego transportados hasta Suramérica antes de llegar a nuestra región.

Respuestas a estos flujos

El Consejo Centroamericano y del Caribe de Ministerios Públicos es la más alta instancia en la región que reúne a los Fiscales Generales de Centroamérica y la República Dominicana. Dicha instancia sirve tanto a nivel operativo, para vislumbrar respuestas a los retos planteados por la delincuencia organizada transnacional en la región, como a nivel de generador de políticas públicas sobre persecución del delito. En este contexto, el Consejo y UNODC han establecido una alianza estratégica que apunta a aunar esfuerzos en el desarrollo e implementación de las siguientes respuestas a los desafíos planteados por la delincuencia organizada:

(I) Primero: establecimiento de una carrera fiscal a nivel centroamericano. Es indispensable que la región cuente con una Escuela Centroamericana de Ministerios Públicos apoyada por las Naciones Unidas que vertebre un currículo homogéneo para el fiscal centroamericano. A este respecto, el Consejo decidió que dicha Escuela esté basada en Panamá.

(II) Segundo: trabajo en red para fomentar las investigaciones de las redes criminales y su enjuiciamiento. Al respecto, se debe fortalecer el rol de la Red de Fiscales especializados contra el Crimen Organizado (REFCO) en Centroamérica, iniciativa auspiciada en sus inicios por UNODC, como el brazo operativo que investigue a las redes criminales de alto perfil que están penetrando en la región. Por tanto, se necesita, con apoyo de las Naciones Unidas, que REFCO esté interconectada con una Red de Fiscales equivalente en la región del CARICOM, otra en el Cono Sur y las otras que están estableciéndose en regiones prioritarias como África Occidental, África del Este, región del Golfo, Norte de África y Sudeste Asiático, por citar solo algunas.

*JORGE CHAVARRÍA ES FISCAL GENERAL DE COSTA RICA Y PRESIDENTE DEL CONSEJO CENTROAMERICANO Y DEL CARIBE DE MINISTERIOS PÚBLICOS, CON SEDE EN SAN JOSÉ.

**AMADO PHILIP DE ANDRÉS ES REPRESENTANTE REGIONAL PARA CENTROAMÉRICA Y EL CARIBE DE LA OFICINA DE LAS NACIONES UNIDAS CONTRA LA DROGA Y EL DELITO, CON SEDE EN PANAMÁ. (AMBOS AUTORES ESCRIBEN A TÍTULO PERSONAL).

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‘... indispensable que la región cuente con una Escuela Centroamericana de Ministerios Públicos.. que vertebre un currículo homogéneo para el fiscal centroamericano...'