• 10/02/2023 00:00

Los carnavales de 1951 y la poliomielitis

“[...] este evento festivo ha sido (suspendido) en varias ocasiones por diferentes motivos. Uno de ellos, la propagación de enfermedades contagiosas, [...]”

En la historia del Carnaval de Panamá, oficializados a partir de 1910, la realización de este evento festivo ha sido suspendida en varias ocasiones por diferentes motivos. Uno de ellos, la propagación de enfermedades contagiosas, siendo la primera en el año de 1951, por la epidemia de la poliomielitis y la segunda en los años 2021 y 2022 a consecuencia de la pandemia de la COVID-19.

En un reporte sobre la enfermedad, procedente de los archivos médicos panameños, publicado en 1952, se anota que la poliomielitis clínica ha existido, por muchos años, en Panamá de una forma endémica. Sin embargo, una gran cantidad de médicos consideraron la epidemia de 1950-51 como un episodio enteramente sin precedente en nuestra historia. Así, lo evidencia el informe de los archivos de salud comprendido entre los meses de agosto 1950 a abril de 1951, los cuales reflejaron un total de 133 pacientes, con poliomielitis anterior aguda, siendo estos hospitalizados en el Santo Tomás. En ese mismo periodo nueve residentes de Panamá, entre los cuales murió un niño de dos años de edad, fueron internados en la Zona del Canal con poliomielitis, arrojando un total de 142 casos para la República de Panamá.

En vista del rápido incremento de personas contagiadas, la Asociación Médica Nacional acordó recomendar al Departamento de Salud Pública la supresión de los carnavales en todo el país, al considerarla una medida efectiva para evitar la rápida multiplicación de contagios del virus de la poliomielitis o poliovirus a nivel nacional. La argumentación radicaba en que, de no eliminarse la celebración de esta fiesta en todo el territorio, las personas acudirían al lugar donde esta se organiza y ello representaría un peligro mayor para el país, al aumentar las posibilidades de contagios (Panamá América, 1951).

Este punto de vista fue objetado por la editorial del periódico La Hora al publicar lo siguiente: “Si la aglomeración de público en los toldos, que están al aire libre, puede facilitar la propagación del “polio” -cosa que está muy lejos de ser comprobado-, es evidente que mucha mayor facilidad para tal propagación existe en los lugares más o menos cerrados, como los jardines, hoteles, clubes... Si es cierto que es la reunión de personas lo que provoca la aparición de la enfermedad, tendríamos que llegar al absurdo de paralizar la vida entera del país, para combatir a la poliomielitis”. El periódico en mención, además publicó una noticia donde hacía un llamado a fortalecer las medidas higiénicas para contrarrestar el Polio por representar el más grave peligro para la salud, al ir en aumento el número de casos reportados en los hospitales, tanto nacionales como de la Zona del Canal.

Después de muchos encuentros de opiniones, unas a favor y otras en contra, sobre la suspensión del carnaval, las autoridades tomaron la medida de prohibir estos festejos a realizarse entre los días 3 al 6 de febrero del año en curso, como una medida preventiva; aun cuando con ellas se alteraría un poco la normalidad de las costumbres locales. La eliminación de los festejos en la ciudad de Panamá se hizo efectivo a través de la promulgación de un decreto. El alcalde sustentó la medida con base al informe proporcionado por parte de las autoridades de Salud, quienes dieron a conocer la existencia de 125 casos de Polio. Casos entre los cuales se ha producido cinco muertes, y el aumento en línea ascendente y progresiva de la epidemia.

En el decreto se decía que era una enfermedad no solo adquirida -exclusivamente- por infantes y menores de edad; sino también por adultos, que, al infectarse, se convierten en agentes transmisores de este terrible mal. Se informa, también, la suspensión hasta segunda orden de las procesiones, catecismos y demás actos de fe, mítines públicos, manifestaciones, reuniones de barrios y encuentros de carácter cívico y moral (La Estrella de Panamá, 1951). De igual manera se pensó en la posibilidad de la clausura de eventos en el Hipódromo Nacional, por ser uno de los lugares donde la mayor cantidad de personas se aglomera durante los días de carrera (La Hora, 1951).

(*) Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad de Panamá.
Lo Nuevo
comments powered by Disqus