• 17/07/2023 00:00

Concursos de oposición para jefaturas, herramienta de calidad y productividad

“A pesar de los desafíos que enfrentan, es importante seguir fortaleciendo estos procesos de selección para garantizar una atención de salud de calidad para toda la población”

Los concursos de oposición en salud son procesos de selección que permiten a los profesionales de la salud acceder a puestos de trabajo en el sector público. Estos concursos son fundamentales para garantizar la calidad y la eficiencia de los servicios de salud, ya que aseguran que los profesionales seleccionados cuenten con los conocimientos, habilidades y competencias necesarias para desempeñar sus funciones de manera adecuada.

Podemos señalar la Ley 35 de Fonoaudiología de 1980, que sustenta en su artículo 15 que los puestos de jefatura serán sometidos a concursos de oposición cada cinco (5) años, y en el art. 16 señala algo interesante: “la condición del cargo de jefatura corresponderá al cargo y NO al individuo”.

Uno de los principales beneficios de los concursos de oposición en salud es que promueven la meritocracia; es decir, que las personas sean seleccionadas en base a su capacidad y mérito, y no por favoritismos o influencias. Esto garantiza que los profesionales más capacitados sean quienes ocupen los puestos de trabajo, lo cual contribuye a mejorar la calidad de la atención y a optimizar el funcionamiento del sistema de salud en general.

Además, los concursos de oposición en salud fomentan la transparencia y la equidad en el acceso a los empleos públicos. Todos los participantes tienen las mismas oportunidades de competir por un puesto, ya que se evalúan sus conocimientos teóricos y prácticos a través de exámenes y pruebas objetivas. Esto evita cualquier tipo de discriminación o favoritismo, asegurando que las decisiones se tomen en base a criterios justos y transparentes.

Otro aspecto importante de los concursos de oposición en salud es que contribuyen a elevar el nivel profesional de quienes acceden a un empleo público en el sector. Los exámenes y pruebas evaluativas permiten identificar las áreas de conocimiento en las que se deben fortalecer los profesionales, lo cual puede traducirse en programas de capacitación y formación continua. De esta manera, se promueve el desarrollo y la actualización constante de los conocimientos y habilidades de los trabajadores de la salud, lo que se traduce en una mejora de la calidad de los servicios que se brindan a la población.

Sin embargo, es importante reconocer que los concursos de oposición en salud también presentan desafíos y limitaciones. En primer lugar, el proceso de selección puede resultar largo y complejo, lo que puede desalentar a algunos profesionales a participar. Además, existen casos en los que las convocatorias no son lo suficientemente transparente, lo que genera un déficit de acceder al verdadero talento humano, en ocasiones donde los entes que deben fiscalizar el proceso, por temor reverencial a sus jefes, callan las anomalías que no son sustentadas en ley.

Otro desafío es garantizar que los criterios de evaluación sean adecuados y estén actualizados con los avances científicos y tecnológicos en el campo de la salud. Es fundamental que las pruebas y exámenes reflejen las competencias necesarias para brindar una atención de calidad y que se actualicen regularmente para adaptarse a los cambios y avances tecnológicos.

En conclusión, los concursos de oposición en salud son herramientas fundamentales para asegurar la calidad y eficiencia de los servicios de salud en el sector público. Promueven la meritocracia, la transparencia y la equidad en el acceso a los empleos públicos, así como el desarrollo profesional continuo. A pesar de los desafíos que enfrentan, es importante seguir fortaleciendo estos procesos de selección para garantizar una atención de salud de calidad para toda la población.

Ph.D., docente universitario.
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