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- 29/10/2018 01:00
¿Crees que la ética podría salvarnos?
Aunque no tengamos conocimiento profundo de la ética , sí sabemos reconocer entre lo bueno y lo malo. Está en ti la decisión. Ahora, si te empapas en conocimientos de la ética, podrías ayudarte. Pero, se da el caso de personas que, sabiendo lo que es ético, no siguen sus principios y los acomodan a su conveniencia.
El problema de la corrupción consiste en no seguir ni acatar ni respetar los valores éticos en la administración pública, sería lo mismo que robar. Y esto último parece ponerse de moda, no solo en los barrios bajos, sino entre los políticos, hasta en los caminos espirituales que deberían ayudarnos; pero en la realidad, actualmente no lo hacen.
Para algunos, ser demasiado ético es ser demasiado ingenuo en un mundo donde ‘El hombre es el lobo del hombre' (Hobbes). El vacío ético de nuestra sociedad es un enfermedad que algunos padecen. El hombre es responsable de sí mismo, de sus valores. El hombre, dentro de sus libertades, debe hacerse cargo de su vida y si actúa en contra de su voluntad, está actuando de ‘mala fe', afirma Sartre.
Muchos políticos se encuentran en una ‘Analgesia Moral', o sea, no sienten culpa por su accionar, aunque sea en perjuicio de la sociedad. Desde el punto de vista de la búsqueda del poder, la culpa ya no es un signo muy representativo de la madurez o de la fuerza, la culpa se convierte en una debilidad y si no actúan así, entonces no serían idóneo para gobernar. Por eso algunas personas no quieren saber de política, en todo caso, no creen en ningún político.
Todo el mundo tiene una moral, el santo como el asesino, la cuestión es que todas las morales no tienen la misma validez humana. Pues bien, analizar esos modelos es la principal tarea ética. La ética pretende identificar los comportamientos que harán mayor bien.
La ética de la función pública es la creencia del buen comportamiento en servicio de la ciudadanía. Es un importante mecanismo de control de la arbitrariedad en el uso del poder público, un factor vital para la creación y el mantenimiento de la confianza de los administradores públicos y sus instituciones. La ética es un elemento clave para elevar la calidad de los administradores públicos mediante la conducta honesta, eficiente, objetiva e íntegra de la gestión en los asuntos públicos.
Pero es importante contar con personas formadas en ética para que desarrollen su capacidad de juicio.
La corrupción es un vicio que se ha establecido y ya es una característica de los países del mundo. Hay corrupción en aquellos actos que se realizan de manera indebida y fuera de la norma. Una conducta sana es a partir de un pensamiento sano. Por eso, para enderezar al país, me atrevo a decir que necesitamos personas con pensamientos sanos, dispuestas a servir y no a servirse de su país.
Sabemos que la moral pertenece a los seres humanos solamente, así que la ética nos sirve para mejorar esa actitud de conseguir la aceptación de la gente por medio de regalar objetos materiales, puestos con salarios jugosos, olvidando así al resto de la sociedad. El Gobierno debe llenarse de personas sanas, con mente sana que trabajen desinteresadamente por el bienestar del país. ¿Sería utópico pensarlo? Yo no lo creo, si ponemos nuestros principios y valores por encima de los intereses mezquinos.
Confío en que los valores positivos se impongan sobre los negativos y sí creo que la ética puede ayudarnos a ser mejores cada día.
LA AUTORA ES PROFESORA DE FILOSOFÍA E HISTORIA, CON POSGRADO EN EDUCACIÓN SUPERIOR.