• 16/04/2018 02:00

Perniciosa moratoria a los patronos morosos de la CSS

Los empleados morosos, con tres o más meses de antigüedad, sumaban en diciembre de 2012 un total de 20 339, adeudando a la CSS millones de balboas

Además del escándalo de fraude cometido por patronos y funcionarios, ahora se pretende declarar una moratoria a quienes deben millones en concepto de cuotas obrero-patronales a la Caja de Seguro Social (CSS).

Sin el conocimiento previo, o a propósito, los diputados aprobaron una moratoria a los empresarios deudores, confundiendo deliberadamente los impuestos al tesoro nacional con los dineros de las cuotas los trabajadores, que le descuentan de sus salarios.

Los impuestos son una obligación cuyo destino es el tesoro nacional, y otra cosa, muy distinta es la cuota a la seguridad social, que es el ahorro individual de los trabajadores, para sufragar sus servicios médicos y que al momento de su retiro financie su jubilación.

La cuota al seguro social no es un impuesto. Es un dinero que le pertenece al trabajador, consignado en una cuenta individual que no puede ser utilizado para fines ajenos a sus beneficios. Por lo tanto, no se puede disponer, para ser objeto de moratoria u otro uso, tal como lo aprobaron los diputados, aún con la presencia del director de la CSS, y sin permiso de los dueños de las cuotas.

Los sindicatos y los trabajadores en general saben que, a pesar de las diversas leyes de moratoria recurrentes, los patronos inescrupulosos, que evaden la remisión de los dineros deducidos de sus sueldos a los trabajadores, cada año aumentan más.

Los empleados morosos, con tres o más meses de antigüedad, sumaban en diciembre de 2012 un total de 20 339, adeudando a la CSS millones de balboas. En diciembre de 2017 estos habían aumentado a 34 183. Un crecimiento de más del 65 por ciento de patronos que no entregaban las cuotas deducidas a los salarios de los trabajadores. ¿Cuántos millones sumarán estas deudas?

La moratoria aprobada es una evidente complicidad y un privilegio que las autoridades conceden a ciertas empresas, promoviendo la mora y la evasión, y al final el robo de las cuotas, agravando el déficit financiero, operativo y actuarial de una institución que no cumple satisfactoriamente con los asegurados.

A los más de 300 millones defraudados, el Gobierno le suma esta nueva carga a la CSS, sobre la cual todavía se sospecha que explotarán nuevos escándalos.

Mientras, ¿qué hacen los dirigentes obreros?

PERIODISTA

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