• 25/01/2016 01:01

Cuentos étnicos y la cultura nacional

Bajo el sello de la Editorial Formato 16, el escritor, cineasta, profesor de sociología Gerardo Maloney presentó hace unos días su última creación

Bajo el sello de la Editorial Formato 16, el escritor, cineasta, profesor de sociología Gerardo Maloney presentó hace unos días su última creación literaria titulada ‘Cuentos étnicos', diecisiete historias que merecen ser leídas. No puedo más que subrayar, ante todo, el contexto en que se da esta presentación, tomando en cuenta los cambios sociales que experimenta nuestra sociedad en los últimos años, que involucran las influencia de nuevos grupos culturales que van llegando a conformar parte de la población nacional. Lo que ofrece esos grupos desde varias perspectivas: culturales, sociales, gastronómicas, idiomáticas, etc., continua redefiniendo nuestra identidad.

La introducción del libro fue escrita por el doctor Ian Smart, profesor titular de literatura en Howard University, quien señala que el libro es ‘una expresión humanista para el siglo XXI'. Smart dice que: ‘Maloney domina el arte de narrar con una prosa económica, que golpea, que arranca una reacción emotiva que nos hace sentir, inclusive vibrar con la sensación...'. Mis consideraciones sobre este trabajo, desde la perspectiva de la evaluación literaria, son muy limitadas. Hago mis apreciaciones sobre la enorme importancia de este trabajo desde otras perspectivas.

Como señaló el doctor Smart, este trabajo se presenta con una prosa que invita al lector a sumergirse en los diferentes escenarios que el autor presenta. No utiliza un lenguaje difícil ni rimbombante y, para el panameño común, el que ha sido expuesto al día a día de las interacciones interculturales que se han convertido en plataforma normal, podrá navegar sin problemas por las expresiones interconectadas de los idiomas que nos han acompañado durante el último siglo: el inglés y el español y sus deformidades auditivas y expresivas (eso ya venía ocurriendo en las expresiones populares a través del regué).

El doctor Smart tiene mucha razón, estos cuentos ‘arrancan una reacción emotiva' más profunda y reflexiva para los que caminamos por las calles y los escenarios expuestos; reconocido a los personajes en nuestras propias vivencias. Reído, llorado o sentido pena u orgullo por compartir aquellos eslabones que nos señalan, particularmente a los afroantillanos, de dónde venimos y los esfuerzos realizados por superar los retos impuestos en cada esquina de nuestro recorrido.

Hace unas semanas en este espacio me referí al tema de la enseñanza del inglés. En el cuento titulado ‘Viaje astral', Maloney hace referencia a una experiencia particular (pero compartida por muchos afroantillanos) sobre las dificultades de la interacción, rechazo y/o aceptación del idioma que ahora, en el siglo XXI se tratan de corregir. Maloney dice: ‘cada vez que su madre le hablaba a Cordelia en inglés ella contestaba en español. (...) Los maestros se encargaron de propagar la idea de que el idioma panameño era español y el idioma inglés verdadero era el que hablaban los gringos. Los chombos no hablaban español y menos, inglés'.

Para mí, estos cuentos retratan una parte del desarrollo de la cultura nacional que muy poco se ha documentado. Es decir, existen referencias documentales sobre la llegada de los antillanos al istmo, pero Cuentos Étnicos dibuja la realidad entre las décadas de 1960 y 1980; una época llena de retos que mira por la vitrina los acontecimientos que se dan a nivel internacional, con consecuencias y resultados muy especiales, muy íntimas en nuestro escenario local.

Otro aspecto, muy importante: esta entrega de diecisiete historias se enfrenta a las disyuntivas por la falta de una política cultural científica y filosóficamente diseñada. Como otros valiosos aportes a las arcas de la literatura nacional, puede extraviarse en los ingratos recovecos del olvido y la desidia oficial si no existe el apoyo y los esfuerzos por darlos a conocer.

Ese es el reto que enfrenta las autoridades. Es el reto que enfrenta la nueva directora del Instituto Nacional de Cultura, Jannelle Davidson. Más que las metas técnicas que le ha puesto por delante el presidente, la de asegurar la construcción y renovación de estructuras, tiene el reto de sentar las bases para un desarrollo visionario y efectivo de la cultural nacional, el aporte de todos los grupos culturales.

Cuentos étnicos, en realidad no son cuentos. Son capítulos que deben ser incorporados al conjunto de las experiencias sociológicas, culturales y literarias de la vida nacional que han ido definiendo quiénes hemos sido —desde diferentes perspectivas— para poder entender quiénes en realidad somos a inicio de este siglo XXI.

COMUNICADOR SOCIAL.

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