• 25/08/2023 00:00

Su cuota del Seguro es como un impuesto más

“Cierto que estoy influenciado por el economista libertario Miguel Axel Bastos, quien sostiene que las pensiones y jubilaciones siempre se pagarán, a menos que el Estado quiebre totalmente”

La cuenta consolidada, en donde se meten todos los millones de dólares producto de la totalidad recaudada de impuestos mal recogidos en Panamá, es la que sirve como guía certera para el manejo de lo que se planea como presupuesto nacional expresado en dólares, en nuestro caso cada un año. Uno de los ingresos más fijos son las cuotas al Seguro Social que pagamos los trabajadores; sin embargo, se dejan de colectar casi 4 mil millones de dólares anuales y por eso pueda que los que representan al Estado enmudecen para no mencionar a ciertos patrones, políticos ni funcionarios.

Aseveran que en nuestro país, sin excepciones, el Estado, a través de sus Gobiernos, grava si puede o quiere mañana, tarde y noche a Raimundo y a todo el mundo, a través del impuesto sobre la renta en el salario de los trabajadores, escaldándoles aún más todos los días en el mismo mes con la trampa para coger titibúas llamada ITBM. En este inmenso tapón de cobro, confeccionado con firmes varillas de bambú, el “establishment” arremete hasta con lo que ellos llaman cariñosamente como “informales”, así como también a los más esmirriados que clasifican con los que sobreviven día a día con lo que caiga en la olla y “traquee” con cebolla, ajo y culantro de esos que venden en las calles sin lavar y en cartuchitos plásticos.

A mí no me lo crean, pero no necesariamente la inmensa churuca general en donde está consolidada la cuenta de todo lo recogido que paga quincenas y otro montón de deudas y compromisos no, no tiene que estar llena…, ella todos los meses se desborda como el Canal de Panamá que anhela Petro, llueva, truene o caigan los rayos sobre Fonseca.

Y, en un cuarto a puerta cerrada, con tranca de macano, que es más seguro, se citan los nombrados por el Ejecutivo y los de confianza del Ministerio de Hacienda, allí avalan qué se paga y qué no se paga. Claro, lo primerito en autorizarse son las planillas de la Asamblea y las jubilaciones y al día siguiente, en el mismo despacho, se refrendan las quincenas en general.

Otras deudas puede que sean respaldadas en otras ocasiones, dependiendo a quiénes se le deba trabajos atrasados, como a los doctores, maestros y enfermeras o compromisos políticos, que aquí son más importantes que la tortilla de maíz con frijoles del desayuno. Cierto que estoy influenciado por el economista libertario Miguel Axel Bastos, quien sostiene que las pensiones y jubilaciones siempre se pagarán, a menos que el Estado quiebre totalmente.

Economista, escritor costumbrista.
Lo Nuevo
comments powered by Disqus