• 27/09/2008 02:00

Cura con verdad y justicia...

“Hay recuerdos que no necesitan ser llamados, siempre están ahí y muestran su rostro sin descanso. Es el rostro de los seres amados que ...

“Hay recuerdos que no necesitan ser llamados, siempre están ahí y muestran su rostro sin descanso. Es el rostro de los seres amados que las dictaduras militares desaparecieron. Pesan en el interior de cada familiar, de cada amigo, de cada compañero de trabajo, alimentan preguntas incesantes: ¿cómo murieron?, ¿quiénes lo mataron?, ¿por qué?, ¿dónde están sus restos para recuperarlos y darles un lugar de homenaje y de memoria?, ¿dónde está la verdad, su verdad?. La nuestra es la verdad del sufrimiento. La de los asesinos, la cobardía del silencio. Así prolongan la impunidad de sus crímenes y la convierten en impunidad dos veces”. Con esas palabras el escritor argentino Juan Gelman recibía el Premio Cervantes 2007.

El discurso lo daba en España donde hay un amplio debate sobre el recuerdo de los desaparecidos durante la guerra civil española. España, modelo para Latinoamérica en muchas cosas, optó como forma de reconciliación, tratar de olvidar los abusos que se cometieron durante ese periodo; sin embargo, no resultó. Los fantasmas de esos abusos sobrevuelan la sociedad española, y más de 70 años después, constituyen una herida que les impide avanzar en paz.

Para sanar esas heridas el gobierno español aprobó la Ley de Memoria Histórica donde se establecen medidas para aquellos que padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura. Con esa Ley, el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, ha requerido toda la información para realizar un censo de víctimas. La consecuencia más llamativa de esta petición es que se exhumará la fosa común donde se cree que yace Federico García Lorca, asesinado en 1936. Aunque el caso de España es el más evidente de que aquellos que prefieren el olvido a la justicia “están perfectamente equivocados”; no es el único. Chile intentó hacerlo y Argentina también; sin embargo, fracasaron. Tratando de hacer justicia histórica; los argentinos ya han llevando a juicio y condenado, entre otros, a los generales Luciano Benjamín Menéndez y Antonio Domingo Bussi, así como al cura Christian Von Wernich por crímenes durante la dictadura. Igualmente, en Chile condenaron a los jerarcas de la DINA por el asesinato de Carlos Prats en 1974.

De nada servirá en Panamá pasar esa página sin darle la cura de verdad y justicia que estos hechos merecen. Es importante que los candidatos a la Presidencia expresen con claridad si están del lado de los que quieren justicia; o del de aquellos que se empeñan en olvidar; en un esfuerzo que, además de vano, es muy significativo, pues como dice Gelman “sospecho que no pocos de quienes preconizan la destitución del pasado en general, en realidad quieren la destitución de su pasado en particular”.

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