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- 08/11/2023 13:29
La defensa de ‘manos limpias’ y lo bueno, lo malo y lo feo del caso Minera Panamá
Se dice que la mina es de cobre, molibdeno y oro entre otros minerales metálicos, todos ellos de aluvión. Que las únicas vetas de la mina parecen ser las negociaciones de los contratos, sus revisiones, extensiones y demandas de nulidad e inconstitucionalidad.
Mucho se ha escrito y hablado de tanta corrupción desde el origen de la mina en 1997. No pretendo analizar si tienen o no fundamento tales dichos. Si son ciertos o falsos.
Sólo me propongo destacar brevemente la figura de la defensa de “manos limpias” , por considerar que es una defensa importante en los arbitrajes internacionales de inversión.
Tampoco pretendo desarrollar un análisis legal y jurisprudencial de tal defensa, ni sus antecedentes en el CIADI y otros centros de arbitraje internacional.
La mina ha tenido un sinfín de demandas de nulidad e inconstitucionalidad. Habrá una nueva decisión de la Corte Suprema de Justicia, decidiendo muy probablemente de nuevo que es inconstitucional.
En un arbitraje internacional Panamá podría alegar que el contrato ley es inconstitucional. La empresa demandante no podrá alegar “manos limpias”, inocencia o desconocimiento de la inconstitucionalidad. Lo cierto es que esa decisión hace que el contrato sea nulo de toda nulidad.
En consecuencia la empresa debe indemnizar al país, pues estuvo extrayendo mineral por años, luego de declarada la inconstitucionalidad del contrato. Extrayendo y exportando mineral sin contrato. Robándose el mineral descaradamente a la vista de todas las autoridades y del país entero.
Lo malo es que debemos tener presente que nadie puede alegar su propia torpeza, ni menos aún su propio dolo.
Podría tener algo de mérito esa defensa de “manos limpias” en un proceso de arbitraje, si el Órgano Ejecutivo y el Órgano Legislativo que validaron el contrato ley, estuviera integrado por funcionarios distintos a los que cometieron el acto inconstitucional.
En otras palabras, podría tener peso el alegato, si el hecho inconstitucional hubiese sido cometido por un gobierno y un legislativo anterior y cuyos funcionarios que lo aprobaron estén siendo objeto de una investigación judicial o en un proceso penal o presos.
Lo feo es que no se trata de quienes aprobaron el contrato ley fuera un gobierno o un legislador anterior, sino este mismo gobierno y legislativo. El Órgano Judicial debería al menos haber ordenado la apertura del correspondiente proceso de investigación judicial a todos los funcionarios que cometieron la inconstitucionalidad alegada.
Lamentablemente lo que quedará evidente con motivo de este caso, conocido en todos los mercados financieros del mundo, es la poca seriedad y seguridad jurídica que le brinda el país a los inversionistas. La fragilidad y poca independencia de los Órganos del Estado y la impunidad de que gozan los funcionarios panameños.
También muy tristemente, el nivel de corrupción que ha salido a la luz pública, referido a los Órganos del estado durante varios períodos constitucionales.
Lo malo y feo es el eterno grupo de siempre, tratando de sacar beneficios para sus propios intereses políticos, disfrazados de dirigentes sindicales. Vandalizando y pescando en río revuelto, revolviendo las aguas turbias y echándole más leña al fuego.
Lo bueno es que despertó la gente, los estudiantes, los jóvenes, los profesionales, los gremios, el panameño en general, todos han salido espontáneamente a la calle a protestar. Protestan contra una contratación de minería hecha sin consulta y sin tomar en cuenta los intereses del país. Contra un contrato sin una contraprestación equilibrada que además genera graves daños ambientales.
Se ha activado la sociedad civil, por ahora sin una estructura definida. Es la voz del soberano expresándose directamente en las calles. Manifestando su malestar ante tanta corrupción. Exigiendo enderezar el rumbo. Pidiéndole a los partidos políticos que se renueven. Ordenando manos limpias de ahora en adelante.
Para las elecciones venideras, los candidatos a los cargos del ejecutivo y legislativo tendrán que ser los que hay. Pero tendrán claro que si quieren seguir en política tienen solamente este próximo período para corregirse radicalmente.
Saldrán nuevas organizaciones políticas, con sus códigos de ética, su nueva visión de país y sus programas de desarrollo. Saldrá de estas calles, la generación de relevo, los nuevos dirigentes, jóvenes con la frente en alto y unas hojas de vida impolutas. Vendrán dispuestos a trabajar honestamente con sus ideales prístinos en favor de los intereses del pueblo.