• 23/02/2024 00:00

Derechos Humanos en campaña electoral: Más allá del matrimonio igualitario

Durante la campaña electoral, las personas LGBT somos utilizadas como moneda de cambio por la clase política. Nuestra dignidad se ve cuestionada en aras de ganar o arriesgar votos. Se nos trata como un concepto abstracto, obviando el hecho de que somos individuos reales, y se instrumentalizan nuestras identidades, aparentando que es necesario separar la discusión de nuestros derechos. ¿Realmente el matrimonio igualitario es tan relevante para los políticos, o es simplemente una cortina de humo para ocultar la falta de propuestas concretas para abordar los diversos problemas del país?

En este delicado asunto, hay varias consideraciones a tener en cuenta. Los derechos humanos no deberían ser una cuestión de mayorías, sino de derechos y libertades. El matrimonio civil entre parejas del mismo sexo es un derecho humano, y la discusión debería enfocarse en qué tipo de país queremos ser en cuanto al respeto por el derecho internacional. Independientemente de si se está a favor o en contra, lo verdaderamente importante son las propuestas de políticas públicas que cada equipo haya desarrollado para fomentar el desarrollo, el bienestar y la felicidad de una población que busca respuestas.

Los derechos humanos no pueden medirse por la opinión de la mayoría. Si esto fuera así, habría sido aún más difícil lograr el derecho al voto para las mujeres, la igualdad de derechos para las personas afrodescendientes, la protección de las minorías religiosas, el reconocimiento de las tierras ancestrales de las comunidades indígenas, entre otros logros. El rechazo de una aparente mayoría a que seamos considerados iguales no justifica ni hace ético que una Corte Suprema viole nuestro derecho a la igualdad y no discriminación con un fallo que nos discrimina. Es importante notar que, según una encuesta nacional realizada por Fundación Iguales y la firma internacional Borges y Asociados en mayo de 2023, el 78% de las personas en Panamá cree que las parejas del mismo sexo deberían tener ciertas protecciones legales importantes, como el derecho a visitar a sus parejas en el hospital o tomar decisiones legales conjuntamente

Sobre el tema del matrimonio civil entre parejas del mismo sexo, sería útil dejar de lado la trillada pregunta de si los candidatos están a favor o en contra. Lo realmente relevante es que, de ser elegidos, serán presidentes de todas las personas en Panamá, incluyendo a lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersexuales, queer y todas las demás identidades, edades, orígenes étnicos, condiciones socioeconómicas, niveles de educación, ubicaciones geográficas, etc. La verdadera pregunta es: ¿Cómo actuarán cuando la Corte Interamericana de Derechos Humanos los llame para justificar que en 2024 el Estado siga considerando a unas personas como ciudadanas plenas y a otras como seres humanos de menor valía?

En un país sin ejército, con un Canal y con un centro de servicios internacionales, que está perdiendo islas debido al calentamiento global, el respeto al derecho internacional es de suma importancia para nuestra supervivencia. Es fundamental para un país libre asegurarse de que se respeten las normas del derecho internacional, de hacer de la guerra algo prohibido y no la norma, de exigir que aquellos que contaminen más asuman las consecuencias de la devastación, y de tener una corresponsabilidad en la crisis migratoria que impacta a nuestro país. Todo esto se traduce en el cumplimiento, por ejemplo, de la Convención Americana de Derechos Humanos, cuya interpretación inequívoca es que no protege un determinado modelo de familia, por lo que las familias de personas LGBTIQ+ son igualmente válidas y merecen la misma protección que todas las demás familias en Panamá.

Así que dejemos de lado la superficialidad de si se apoya o no el matrimonio igualitario y enfoquémonos en cómo se innovará para lograr que Panamá deje de ser uno de los países más desiguales del mundo. Es fundamental trabajar para eliminar la tasa de pobreza del 80% en las comarcas indígenas, para poner fin a la maternidad en niñas y a la violación de menores obligadas a dar a luz a los 10 años, para asegurar salarios dignos y prosperidad para las familias, para evitar escandalizarnos por los precios de los alimentos, para prevenir accidentes de tránsito debido a la falta de reparación de calles y señalización, para mejorar el rendimiento educativo según los resultados de las pruebas PISA, y para evitar que una persona homosexual tenga que enfrentarse diariamente a la idea de que su humanidad se utiliza como moneda de cambio para ganar un voto.

El autor es presidente de la Fundación Iguales

El presidente José Raúl Mulino celebró la mañana de este jueves 18 de julio su primera conferencia de prensa matutina en el Palacio de Las Garzas. Mulino...

Lo Nuevo
comments powered by Disqus