• 30/01/2024 00:00

El Canal un reto generacional

La presente generación debe superar el reto del agua, siendo más eficientes, con menos recursos y superar a las generaciones anteriores que también retos

El Canal de Panamá ha sido, es, y será siempre, un desafío para todas las generaciones de panameños. Independientemente de los desafíos impuestos, idealizados o compartidos, estos retos generacionales son quimeras que proporcionan el norte ideológico a las sucesivas generaciones.

Para Panamá, ese norte ha existido siempre, invariablemente, aunque no siempre tenga la misma dirección ni los mismos objetivos; une a pasadas, presentes y futuras generaciones. Sangre y tinta han sido derramadas durante muchos años en nombre del Canal de Panamá. Intentemos, sin que las emociones nos traicionen, articular pensamientos que sirvan de inspiración a otros, como lo fueron para mi generación los pensamientos de quienes nos precedieron.

Sin lugar a duda, existió una generación que enfrentó un desafío que superó con sudor, dolor, lágrimas, pérdidas y la sangre de los mártires. Fue la generación de “un solo territorio, una sola bandera”. No había más que decir; el objetivo estaba claro. Sin distinción de clases de panameños, un país entero se lanzó a conquistar la cumbre, y el 31 de diciembre de 1999, una sola bandera ondeó majestuosamente sobre el edificio de la administración del Canal. Este fue un capítulo escrito e imborrable, pero la historia no se detiene.

Otra generación, en silencio y sin tanta fanfarria, tuvo el reto de llevar al Canal de Panamá no solo a la par sino más allá del desempeño bajo administración estadounidense. Muchos se preguntarán: ¿Quiénes son estos panameños? Humildemente, quien les transmite este mensaje es uno de ellos. Son los actuales colaboradores del Canal, aquellos que estuvieron presentes el 31 de diciembre de 1999 en sus puestos, listos para asumir el reto y que lo aceptaron. Panameños de todas las provincias, de todos los estratos, ingenieros, artesanos, mecánicos, prácticos, que de un día para otro se quitaron la gorra norteamericana para ponerse el sombrero pintao y dijeron: “Vamos con todo”. Veinticinco años después, algunos aún continúan en las filas del Canal de Panamá, otros se han jubilado, pero todos llevan en sus hombros las estrellas ganadas en todos estos años que el canal jamás ha caído. Son héroes silenciosos. Una generación que asumió y superó su reto. Este capítulo está escrito, pero la historia no ha terminado.

La nueva generación que está asumiendo también silenciosamente sus puestos de trabajo en el Canal de Panamá son jóvenes que están comenzando a conocer el espíritu canalero. Estos jóvenes ahora tienen el reto de lograr la sostenibilidad del Canal de Panamá para las presentes y futuras generaciones. Esta generación tiene el desafío de no dejar caer la bandera, seguir adelante y engrandecer al país más allá de lo político, ambiental y social.

La presente generación deberá superar el reto del agua. Deberán ser más eficientes, con menos recursos y superar a las generaciones anteriores que, al igual que ellos, enfrentaron sus retos generacionales. Démosles el voto de confianza, pues al igual que los anteriores canaleros, ellos también harán su trabajo y escribirán su propio capítulo. Pero recordemos que la historia no se detiene.

El autor es escritor, máster en administración industrial
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