• 20/01/2015 01:00

Más que un eslogan popular

La realidad de la ausencia de un médico en el momento oportuno es determinante entre la vida y la muerte

Sábado tres de enero, segundo turno, inicia el tratamiento de hemodiálisis en el Complejo Metropolitano de la CSS, luego de la llamada maratón de fin de año que nos permite a todos estar en casa el Año Nuevo con la familia, en vez de estar en un hospital; sin embargo regresamos con la confianza, en que recibiremos mejor atención que el año anterior. Nunca nos imaginamos que sería el último día para uno de los nuestros (paciente nuevo), sin la ayuda de su médico, que nunca llegó a auxiliarlo y la hija que la esperaba no sabe qué hacer, solo observa a las enfermeras tratando de hacer lo que pueden, porque los fines de semana, días libres, feriados, no hay programación presencial de un médico, durante el tratamiento de alto riesgo de diálisis. (Sabemos que vamos a morir, pero no de esa forma).

Todo usuario o paciente que busca mejorar o conservar su salud, cuando se presenta a las instalaciones de la CSS, es con plena esperanza de lograr mejorar su estado actual de salud o conservar lo que tiene por lo menos, nunca empeorarla o perder la vida, menos cuando aún hay alternativa de vida, como es la diálisis; sin embargo la realidad de la ausencia de un médico en el momento oportuno es determinante entre la vida y la muerte, es por ello que los pacientes de hemodiálisis hemos insistido en la prioridad de conservar un médico durante estos tratamientos de alto riesgos.

Hoy, lo que ayer fue una solución para los pacientes (asignación de médicos generales, en salas de tratamientos de diálisis), se ha convertido en una falta de atención por el especialista renal (nefrólogo) (hoy sustenta que no es necesaria su presencia durante los tratamientos), han prácticamente dejado la supervisión personal de sus pacientes en tratamiento renales, en manos de médicos generales (que solo pueden actuar sobre urgencias generales), que deben localizar a los médicos nefrólogos por vía telefónica para recibir instrucciones de atención, ante una urgencia de los pacientes en tratamiento renales y ellos. Algunos nefrólogos especialistas en la patología, que tienen todos los privilegios de su especialidad, son como la sombra, solo se ven como cuando hay sol, caminando rápido por los pasillos para que nadie les pregunte nada o como es común para algunos de ellos, pasar frente a los pacientes y familiares conversando por celular.

Humanizar la calidad de atención al paciente no es ningún eslogan o frase al aire que debe ser repetida en cada tribuna que se tenga como forma de ganar simpatía entre los usuarios de la salud pública, debe ser una realidad de administración gerencial, de calidad de atención y servicios que se brinda a toda persona, que debe desarrollarse con la máxima prioridad en nuestros hospitales, salas de tratamientos, cuartos de urgencias, citas médicas, trámites administrativos y laboratorios de sangre, entre otros servicios que se brinda en la CSS. Esta deuda social humana es más prioritaria que cualquier otra deficiencia administrativa que se tenga. Se trata de vidas humanas con esperanza de ser atendidas bien, dignamente, con comprensión y sin privilegios.

Los pacientes de hemodiálisis hemos repetido en reiteradas oportunidades que solo somos una referencia de lo que se vive en toda la CSS o el sistema de salud pública, donde aún los familiares son discriminados bajo la excusas de la posible bacteria; mientras los hospitales están sucios y algunos de los propios funcionarios son los primeros que incumplen con las medidas sanitarias de seguridad sanitaria y las familias son reguladas para visitar a su ser querido durante las visitas hospitalarias. En nuestro caso de tratamiento de diálisis, nos colocan una serie de insumos antes de entrar a la sala, pero muchos funcionarios administrativos y de salud ingresan a la misma sala, como pedro por su casa, parece que ellos vienen de Marte o trabajan en la Luna, donde no hay bacterias, solo en las casas de los pacientes y sus familiares.

Han transcurrido más de 90 días desde que la nueva administración tomó el control de nuestra institución y la llamada nueva política gerencial de HUMANIZACION está lejos de verse, menos de sentirse, ante las mismas costumbres y formas de administrar que observamos, los cambios reales no pueden seguir siendo de palabras. Es hora de que la realidad supere la fantasía en la salud pública y que los pacientes seamos testigos de una real voluntad de mejoras a la calidad de atención.

ACTIVISTA SOCIAL

Lo Nuevo
comments powered by Disqus