La estrella estrellada

Siempre que inicia un año lectivo en las últimas tres décadas, que comprende de los años de 1990 hasta la fecha, las protestas públicas y manifestaciones en medios de comunicación y ahora en las redes sociales, son parte del sistema educativo de nuestro país.

La educación debe ser el pilar primordial de la población, una responsabilidad de los gobernantes y un trabajo en sinergia de la llamada comunidad educativa.

En el 2019, durante la presentación de su plan de Gobierno, el señor Laurentino Cortizo Cohen, enmarcó en su discurso varios puntos en torno al tema educativo y lo llamó la “Estrella” de su Gobierno. Pero en julio de ese año, al tomar posesión, recibe un sistema educativo en crisis, en total desventaja de la calidad del sistema público versus el sistema particular y con un año lectivo en su segundo trimestre.

Heredó deudas en el pago de obras de infraestructura, proyectos de remodelación y construcción de escuelas abandonadas y en litigios legales, y acuerdos de huelgas con los docentes, así como incumplimiento de algunos pagos de planilla atrasadas.

Pero al llegar el 2020, año que el presidente tenía que demostrar que sus palabras en la campaña electoral eran reales, que la educación sería la estrella de su Gobierno, llegó la pandemia de SARS-CoV-2 (COVID-19), y la estrella es frenada.

Ok, vamos a ser honestos para el común entendedor, los obstáculos que encontró el presidente Cortizo Cohen y la llegada de la pandemia solo son excusas para mantener un “statu quo” de un sistema educativo público enfermo, donde la comunidad educativa se tira la pelota para no asumir responsabilidad.

Pero en el ambiente están preguntas que no reciben respuestas: ¿el mantenimiento regular de la escuela es responsabilidad del director del plantel o del Meduca?, ¿en qué invierten el FECE?, ¿por qué no aprovecharon las virtualidad para reparar los colegios?, ¿por qué los índices tan bajo en pruebas internacionales?, y, así como estas, son muchas más las dudas de los ciudadanos.

Como comunicador digital, fuentes del Meduca me expresaban, en el 2019, que solo un 85 % de las escuelas había entregado los informes del FECE, para así reclamar el desembolso del año en curso. Y ¿qué decir de los directores de planteles que tenían informes pendientes de dos y tres años de gestión? También en mi época de reportero digital, fui testigo de cómo eran pocos los docentes (10 a 15 maestros) que participaban en las jornadas de capacitaciones en los recesos escolares que se dictaban en universidades (2016-2017).

La estrella del presidente Cortizo Cohen se estrelló antes de iniciar su administración y vive en una eterna sala de cuidado intensivo, con presupuesto de inversión del Meduca limitado y superado por su gran planilla de funcionarios esenciales y no esenciales. Una estrella frenada por la falta de vocación de gremios magisteriales, que tienen secuestrada la educación, porque, cuando escuchan rumores de modernización y actualización, primero miran su estatus laboral y no las necesidades del estudiantado.

Ahora, dos años lectivos de clases virtuales y semipresencial en algunas escuelas, se podían utilizar para que gremios docentes, padres de familia y Gobierno trabajarán en proyectos a corto y mediano plazo para una modernización del sistema educativo, pero no fue así y algunas partes se centraron en culpar al Gobierno por las escuelas en mal estado.

Pregunta: ¿cuál es la prioridad del Gobierno? La estrella está estrellada, ya que la prioridad no está clara y aún se mantiene la duda de por qué el sistema se mantiene secuestrado en un estado donde los únicos perjudicados son los estudiantes del sistema público.

El sistema educativo debe trabajarse como tema prioritario del Estado panameño, con una política pública que sea participativa y que a la vez permita su modernización.

La educación es un tema de Gobierno, gremios magisteriales y padres de familia, donde todos asuman su responsabilidad.