• 15/06/2022 00:00

Francisco “Chico Purio” Ramírez, arquetipo de la Cumbia Panameña

Mi nieto, músico y estudioso de la música nacional, sostiene que en especial, la que tiene que ver con la mejorana, sin dudas, es de origen flamenco; realmente coincido con él.

Mi nieto, músico y estudioso de la música nacional, sostiene que en especial, la que tiene que ver con la mejorana, sin dudas, es de origen flamenco; realmente coincido con él. El canto versificado, lo melancólico y muchas veces alegre, así lo manifiesta. Esta expresión versificada, genuina que expresa tantos sentimientos, está inspirada en maravillosas vivencias…; ¿Y qué decir de la Cumbia Panameña que se baila, que divierte y enamora con sus melodías y letras muchas de ellas llenas de un romanticismo exquisito?... ¿De dónde provienen aquellas que hacen hablar los instrumentos, especialmente las guitarras, los violines y acordeones? Piezas musicales como: Me van a llevar a Coiba, Mal de amor, Pegadita de los hombres, El suspiro de una fea, Celaje, Las Flores del Camino, Margarita Lozano, El Bimbín, Viva Panamá, Linda macaraqueña, Como hacer para olvidarte, El que promete y no cumple, Luci, Solo mentiras y tantas otras que nos encogen el corazón cuando las escuchamos, sea por alegría, cabanga o lejanía de nuestra tierra querida; toda esta música que nos enorgullece y reconforta el alma, que nos llena de patriotismo sano y despierta sentimientos de pertenencia, se la debemos a hombres de la estatura musical de, Francisco Ramírez.

Chico Purio como era conocido popularmente, fue un hombre sencillo, pobre, pero dotado de una inteligencia sin igual, nació en el pueblo de Purio de Pedasí, provincia de Los Santos, el 24 de julio de 1903. Desde muy joven, fue una persona jovial, sonriente, jocosa, chusca, pícara y hasta cierto punto ingenua y despreocupada, sin apego a los protocolos y a las cosas materiales; estas cualidades le permitieron una gran fama. Por su talento musical y simpatías de las que gozaba, su figura se agiganta con el paso de los años, entre el campesinado, los conocedores e investigadores de la música de la región del Canajagua y más allá.

Manifestó gran interés por aprender el arte de interpretar el violín. Fue así como a base de esfuerzo y sacrificio, llegó a ser con la ejecución de este instrumento, uno de los más importantes músicos, compositores e intérpretes de la cumbia de esta región, paseándose por los pueblos a caballo, deleitando a sus comunidades con su arte, llevando su violín en un saco de henequén que utilizaba como estuche.

“Chico”, solo asistió hasta segundo grado de escuela primaria, aprendió a escribir y leer música y a interpretarla, a la altura de cualquier músico académico con gran maestría en su violín, gracias a su natural talento y al empeño por enseñarle del maestro Juan Gómez. Viajaba (casi siempre en una yegua) de Purio a Pocrí durante unos 6 meses, a recibir clases de música y al día menos esperado, su distinguido maestro le dijo: “Hey… Chico, ya no vuelvas más…”. Con esta frase le dio a entender, que todo lo que sabía se lo había transmitido.

Las composiciones de “Chico” Ramírez han deleitado al público desde la gente campesina, hasta la de los escenarios más encumbrados de la comunidad istmeña.

Francisco “Chico Purio” Ramírez, según mi humilde criterio, es el fundador y líder de un “movimiento musical”, compuesto por un selecto grupo de músicos campesinos casi todos violinistas, flautistas y guitarristas de la época, de la talla de: José de la Rosa Cedeño, Juancito Molina, Clímaco Batista, Escolástico Colaco Cortéz, Artemio Córdoba, Abrahán Vergara, Antonio Toñito Sáez, Justino Cortecito Cortez, París Vásquez, Ulpiano Sombre Herrera y muchos otros, que contribuyeron a darle fisonomía propia a las diferentes manifestaciones y géneros de nuestra Cumbia Panameña.

Este inmortal artista se distinguió por la fecunda y alta calidad artística de sus inspiraciones. Homenajeado muchísimas veces en vida por distintas entidades y agrupaciones; participó en los Encuentros Folclóricos del Canajagua y en los Festivales Colaco Cortez, entre muchos otros. Luego de su fallecimiento, fue inmortalizado en un monumento ubicado en su pueblo natal, Purio, distrito de Pedasí, provincia de Los Santos.

El vasto repertorio musical de “Chico Purio” incluye entre otros, cumbias, pasillos, danzones cumbias, de este último género, se le reconoce como el padre. Interpretó otros ritmos e hizo arreglos musicales de piezas como: “Coralito” que resultó para muchos, como para este servidor, superior a la versión original y de, “Yo no tumbo caña”, ambas de autores cubanos.

El testimonio de su fraternal amigo y guitarrista preferido, “Sombre” Herrera, sostiene que, ”Chico Purio”, escuchaba música cubana y puertorriqueña en el traganiquel o rocola de la base que mantenían los gringos en Punta Mala” y de labios de Saturnino “Satu” Cerrud de Candelaria, se sabe que, “Chico leía revistas que contenían sinfonías, valses y otras formas musicales europeas, en la base militar de los gringos en La Candelaria, también ubicada en la provincia de Los Santos”; según investigaciones del Profesor Eráclides “Kille” Amaya.

Las flores del camino, El barranco del río Muñoz, Quién me va a querer, Me voy de mi tierra, Edicta, Doctor Arroyo, La gente no creen en Dios, Lucero del sur, Chico quiere a Deya, Lusbi Cerrud, Enarbolario, Sentimientos del alma, Graciela y muchísimas otras, son parte de su vasto repertorio.

Muchos son los violinistas intérpretes de la música y del estilo de “Chico Purio”, pero los más fieles, según opino, fueron Ítalo Herrera de Santo Domingo y Miningo Jimenez de Paritilla, quienes eran considerados sus alumnos, ambos fallecidos. Son muchos también, los acordeonistas que han interpretado su música, entre los cuales destacan, Ulpiano Vergara, Alfredo Escudero, Dorindo Cárdenas, Eráclides Amaya, Roberto FITO Espino y muchos otros.

Francisco “Chico Purio” Ramírez falleció el 14 de diciembre de 1987, a la edad de 84 años.

Escritor, folclorista y compositor
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