La frase favorita del régimen: 'vamos a investigar'

No hay la menor duda de que a los Gobiernos anteriores los recuerdan por alguna palabra o frase que identifica a muchos en su actuar.

El actual presidente ha manifestado, en varias ocasiones, algunas frases que expresan muy claramente su proceder como mandatario: “Si hay acusaciones, que presenten las pruebas ante las autoridades judiciales” (como las compras de los ventiladores que fueron criticadas por su alto precio); “defenderé siempre a todo inocente hasta que su culpabilidad sea comprobada…”; “voy a investigar todos los casos de corrupción”. Sus palabras, muy bonitas, pero lejos de que sean lo que la comunidad exige.

“Voy a investigar” la han hecho propia muchos funcionarios de su Gobierno y hasta altos ejecutivos de la justicia.

El procurador general de la Nación (PGN) encargado, Lic. Javier Caraballo, manifestó: “Estoy investigando el caso de las vacunas clandestinas”. Han pasado varios meses, y, todo el asunto quedó solo en su “investigación”. Nada más se ha sabido del caso y pareciera que todo el interés ha sido tratar de que la opinión pública se olvide del delito.

El caso más reciente es el negocio de los hisopados de una empresa ligada a funcionarios, de la cual son propietarios los esposos Leonardo Labrador Chávez, jefe nacional de Epidemiología, y Ana Lorena Chang Chevalier, jefa regional de Salud Pública del Minsa. Se sabe que fueron separados de sus cargos y el ministro de Salud, Luis Francisco Sucre, dijo la frase muy de moda: “Estoy investigando”. No dijo si con sueldo o sin sueldo. Se entiende que ellos siguen laborando como médicos en el Minsa. Este caso, como otros del Gobierno, quedará en nada.

Sobre “el negocio” que se viene dando, desde hace meses, en el aeropuerto de Tocumen, el ministro de Salud ha manifestado, como siempre, lo que ha expresado este Gobierno: “Estamos investigando”. Todo, hasta el presente, sigue igual.

Son muchos los actos de corrupción que se han llevado a cabo, sobre los que la ciudadanía ha manifestado que los funcionarios responsables del hecho, en lugar de aclarar, tratan, en toda forma, de ocultar los delitos. Afectando, con su procedimiento, la imagen del Gobierno que preside el presidente Cortizo y la imagen del país.

La paciencia de un pueblo tiene límites, y el pueblo panameño espera que “estamos investigando” no solo sea una frase y que se den resultados sobre los muchos problemas denunciados. Si el panameño siente que ha sido engañado, a pesar de su naturaleza pacífica, puede convertirse en muy violento, como sucedió en el país, cuando se formó la Cruzada Civilista.