• 24/09/2019 07:00

Políticas de género, feminismo y aborto

Políticas de género, feminismo y aborto

“La verdad y la decencia siempre prevalecen a largo plazo”.

Vivimos en un mundo cada vez más depravado, disfuncional y sodomizado, donde el objetivo de numerosos grupos influyentes es para normalizar la perversión sexual y la degradación de los principios morales y éticos de nuestras sociedades.

Después de leer las opiniones de unos médicos locales sobre los temas de género, matrimonio homosexual y aborto, he concluido que han confirmado su absoluto desdén por la verdad, la legalidad, el Estado de derecho y la Constitución.

Es contradictorio concluir que la vida de un bebé nonato tiene mucho valor y al mismo tiempo vociferar que las mujeres deberían poder elegir si poner fin o no a esa vida aún no nacida, incluso el día anterior a su llegada al mundo.

Es sorprendente y malsano que con tantas opciones baratas disponibles para prevenir el embarazo, que las mujeres de una sociedad supuestamente civilizada y progresista, aunado a muchos médicos, no tengan reparos en asesinar a un niño por nacer, y consideran a los que se oponen como retardados que tratan de controlar la sexualidad de la mujer, y los que están a favor, como defensores de la dignidad, derechos y empoderamiento de las mujeres, y citarán a la ciencia solo cuando esté a su favor, pero no discutirán sus méritos cuando contradiga sus alegatos.

Esto no es una cuestión enmarcada en el contexto de la salud de la madre o del feto, sino una cuestión del valor de la vida, pero muchos médicos otorgan a las mujeres la autoridad unilateral para abortar en cualquier momento y por cualquier motivo, en línea con las herramientas comunes de coerción y chantaje del feminismo, que se ha convertido en una ideología que destila odio y rencores hacia el sexo masculino, la familia y la concepción, imponiendo su criterio a una sociedad excesivamente tolerante e ingenuo y demostrando su intolerancia a las ideas, tradiciones y valores conservadoras y cristianas.

Los grupos feministas, homosexuales y transexuales son usados por el totalitarismo de izquierda como instrumento mediático e ideológico sin ningún fundamento científico, ético, moral o razonado, con ideas antinaturales solo para corromper, desestabilizar las sociedades y crear confusión y conflictos.

Muchos en esos grupos se aferran obstinadamente a posiciones antinaturales sin siquiera saber por qué ni tener el más mínimo fundamento racional para sostenerse.

Los defensores del aborto, incluyendo a muchos médicos, sostienen que es una opción de “salud pública” para las mujeres que quedan embarazas por “error”. Pintan la imagen de una adolescente asustada que cometió un gran error y debería tener el derecho de asesinar a su bebé nonato para “arreglar” ese error. Pero todos sabemos que muchas mujeres usan el aborto como método anticonceptivo en contubernio con empresas y médicos que promueven el negocio del aborto, vendiendo a las mujeres, según el medio digital ACTUALL, la idea de que “el aborto las libera de ser la esclava paridora del varón y de madre oprimida al matar a su bebé”.

La medicina hoy día está perdiendo su integridad, convirtiéndose en una profesión deshonesta en muchos casos, que solo sigue el rastro del dinero, y convirtiendo a personas sanas en pacientes.

Muchas corporaciones y compañías farmacéuticas están alimentando esa corrupción.

Hoy día la práctica de la psicología, cuya intención original era ayudarnos a alcanzar una mejor comprensión de la psique humana, ahora es usada principalmente para proporcionar excusas para el comportamiento depravado y perverso de los humanos.

Hace mucho tiempo, la Asociación Americana de Psicología (APA), por sus siglas en inglés, bajo presión de activistas homosexuales, intercambió la práctica de la psicología para convertirse en portavoz seudocientífico de la comunidad LGBTI y transgénero, promoviendo una ideología enferma bajo el disfraz de “investigación y ciencia”.

Cuando comenzamos a legalizar la inmoralidad sexual, era cuestión de tiempo que los perversos se enfilaran hacia nuestros hijos. Pues, ese momento ya llegó, y es perturbador la cantidad de padres y médicos que no ven nada malo en la preparación y sexualización de la educación de nuestros hijos, todo en nombre de la supuesta diversidad, inclusión y tolerancia.

Recientemente en Toronto, Canadá, destaparon una red masiva de pornografía infantil en una operación que incluyó 116 países. Miles de personas enfermas y dementes compraban pornografía infantil gráfica y grosera, y juran no ver nada malo con eso.

Pero ¿por qué piensan que está bien? Porque nuestras sociedades les han llevado a creer que cualquier “preferencia sexual” es aceptable y nadie tiene “derecho” a juzgarlos por sus inclinaciones sexuales, y que no tienen que avergonzarse por cómo sienten ni cómo son. Simplemente abraza tu propia verdad personal y exprésate.

Planificador jubilado.
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