IA en la educación de niños y jóvenes, ¿y el conocimiento cerebral?

Como toda tecnología en manos de los seres humanos, la inteligencia artificial, y aún más la generativa (IA+G), amén de sus beneficios, también puede ser perjudicial si no es utilizada adecuadamente, en especial si se cree que debe ponerse a priori este recurso inteligente a la orden de los niños(as), jóvenes y estudiantes universitarios, sin previos procesos de entrenamiento y educación general.

Al respecto sobran los ejemplos tecnológicos: Usted, adulto, a menos que sea irresponsable, nunca pondrá en manos infantiles un machete, aunque no tenga filo; y tampoco lo dejaría usar al joven inexperto, quien, si no se corta o hiere a alguien, solo hará trabajos malos: césped trasquilado, montes aporreados, algún tronco picado a medias (cuando existen hacha y sierra); es decir, cuando menos, terminará con manos ampolladas.

En casa, casi idéntico es el cuchillo, o utilizar la estufa, microondas, planchas, aparatos eléctricos, que exigen cierto entrenamiento, e instrucciones precisas, inclusive para los grandes, y, aun así, suceden cosas, a veces grandes. Salvo los carros de juguete, usted jamás dejaría que ningún menor de edad maneje uno real, lo cual requiere tiempo de capacitación, pruebas supervisadas, exámenes certificados y aprenderse las reglas de tránsito vehicular antes de salir con licencia, aun así, pasan cosas. Lo mismo ocurre con motos, aviones, lanchas, helicópteros...

En mis tiempos —creo que todavía— los padres responsables cuidaban a los menores por la programación de la TV; hasta restringían las horas de uso. Luego, poco a poco, fuimos aprendiendo que las computadoras también pueden tener tales efectos, no solo por los videos adictivos y otras cosas, sino que a la vez afectan los ojos (mire cuántos peques y jóvenes usan anteojos, buen negocio). Y rápido entendimos que el Internet traía consigo conocimientos y ventajas educacionales, sí, pero a la vez presenta riesgos, peligros, delitos... Qué decir del teléfono celular, ¿ha puesto ese machete en manos de su niño o niña?, ya lo usa su chico y/o chica libremente para, ¿las tareas?

No hay dudas de que la IA trae nuevas ventajas en los quehaceres humanos, sin embargo, hay que reflexionar para anticipar. Los aparatos de pantallas mencionados han tenido sus efectos en el conocimiento de las personas, ¿buenos?, ¿malos?, usted sabrá, adicional, ¿en lo físico y conductual?

Más allá de esto, ¿sabe usted si la IA llegó para ser solo asistente de nuestras tareas?, o ¿llegará el día en que (ante la carencia y/o deficiencias de conocimientos en cada cerebro, inclusive de habilidades en los humanos) podrá reemplazarnos?, ¿qué tal los robots?, ¿cómo verá esto el empresario-gobernante-político-inversor?

Ahora reflexionemos sobre la realidad de las escuelas, colegios, universidades y centros de capacitación. Si el educador o profesor permite a los alumnos utilizar la IA (en resumen: hacer un prompt, saber pedir algo), sin que antes hayan procesado cerebralmente conocimientos y habilidades humanas, entonces, ¿a quién evalúa o califica ese educador o profesor, al humano, o a la IA?

De hecho, habiendo cualquier aprendiz asimilado conocimientos y habilidades, ¿a quién se califica si utiliza IA? Pongamos la misma situación en dos viejos ejemplos, quizá secretos jamás admitidos: 1. Si la madre, padre, hermano, tía, amigo-a, hace las tareas, queriendo ayudar al menor, o al universitario. 2. Si es Google-copiar-pegar quien resuelve. ¿Es bueno?

Recordemos que para escribir bien se requieren décadas de aprendizaje y primero aprendimos las vocales, sus sonidos, palabras, significados, usábamos diccionarios de papel (a su vez ejercitaba el orden mental del abecedario, de cada palabra, distinto a lo digital), así nos corregían y aprendimos a corregirnos, aprendimos a leer, viceversa, a escribir; para las matemáticas, saber los números, sumar, restar, multiplicar, dividir, ¿se aprende con calculadora o computadora?

En otras palabras, ¿puede la IA+G ayudar al estudiante si este carece de conocimientos y habilidades indispensables para enfrentar el mundo por sí mismo?, ¿o le hará más daño que bien?

Estoy a favor de este gran avance tecnológico, mas apelo a la reflexión de los sectores para establecer reglas claras, en especial en los niveles de enseñanza escolar, premedia, media y superior, para no ir en retroceso. Última reflexión: si se permite la IA antes del conocimiento cerebral, ¿a quién contratarán en las entrevistas de empleo? Por cierto, investigadores ya plantean posible la superinteligencia artificial.

*El autor es magíster en periodismo digital y docente universitario
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