La inflación tras los efectos de un conflicto militar

Supongamos que las empresas de un país producen a un nivel tal de bienes y servicios que la cantidad de empleos generada está a pleno empleo. Esto significa que las empresas producen en su frontera de producción, dicho de otra forma, producen a capacidad eficiente.

Bajo estas condiciones, el consumidor al verse en mejores condiciones decide adquirir o gastar en más y mejores bienes y esto implica que las empresas sentirán la presión del consumidor debido a que su nivel productivo está a plena capacidad.

Por lo tanto, un crecimiento de la demanda ante una oferta que produce a capacidad plena, y por ese hecho no poder cubrir ese nivel de exigencia, el mercado reaccionará en varias formas.

Del lado del consumidor, este podría ofrecer pagar más por los bienes y servicios producidos, ante una oferta limitada por la capacidad de producción.

Por el lado de las empresas, estas podrían indicar que no hay suficientes bienes y servicios que ofrecer y pueden incrementar los precios ante una Demanda creciente.

En ambos casos, los niveles de precios se verán incrementados, es decir los precios subirán y, si esa creciente demanda es generalizada, el nivel general de precios puede derivar en un proceso Inflacionario.

A diferencia de otros países que cuentan con otros instrumentos para darle seguimiento al desempeño sectorial o global de la economía, en el caso de Panamá esta variable es fundamental.

Tanto el Índice de Precios al Por Mayor (IPM) como el Índice de Precios al Consumidor (IPC) son variables esenciales que palpan el sentir del consumidor cuando este último aplica su Poder de Compra ante la Oferta existente y viceversa.

Por lo general, la economía panameña ha mostrado siempre niveles muy bajos en los precios, dando como resultado una Inflación ínfima, salvo en el período gubernamental de 2009-2014, en el cual la gran cantidad de proyectos ejecutados por el gobierno, complementado por las inversiones extrajeras y locales favorecieron un gran flujo de recursos a nivel local por lo que los niveles de precios llegaron a doble dígito.

En otro momento, un doble dígito, sin esa gran cantidad de recursos en los bolsillos de las personas habría sido una pesadilla y esas economías hubieran salido maltrechas.

Hoy día, el nivel general de precios se resiente en gran medida por los efectos de un conflicto militar. Pero no es cualquier conflicto, ya que uno de los principales actores en dicho evento es el tercer mayor productor de crudo.

Alguien preguntará y como nos afecta eso, pues bien, si a dicho país la comunidad internacional le impone restricciones a la compra del petróleo que produce y no haber otro productor que supla ese nivel del crudo en el mercado, el precio del combustible, por su volatilidad, tiende a subir hecho que comprobamos cada 14 días cuando se anuncian los ajustes al precio del combustible.

Tal cual lo expliqué, ante una creciente necesidad de la demanda (países consumidores) y una oferta (producción) restringida por los factores mencionados, la ecuación apunta a que el precio de dicho bien se verá incrementado.

Lo importante a rescatar en este escenario es que el petróleo y sus derivados inciden en el comportamiento de todos los sectores económicos y esa interdependencia hace que una subida de precios se generalice e impacte negativamente el crecimiento económico, máxime si los efectos de la Pandemia del covid-19 no han sido superados a la fecha.

Por lo tanto, las reacciones de los diversos sectores, productores agropecuarios e industriales, transportistas de todo tipo entre otros, se dirigen a que el Gobierno Nacional adopte alguna medida para mitigar los efectos de esta situación ya que los mismos se diseminan y si la solución para los sectores afectados es incrementar los precios de los bienes y servicios que producen, sin que el consumidor pueda enfrentar esas subidas, entonces la escalada de precios será peor generando mayor malestar a toda la sociedad.

Como se puede apreciar, la Inflación es un termómetro esencial para señalar si nuestra economía avanza, se estanca o deteriora.